Quienes a principios del año 2000 eran los jóvenes de la web hoy tienen una perspectiva diferente.
Las personas envejecen pero internet no. Quienes hace 20 años eran los jóvenes que dominaban las tendencias de las plataformas web, hoy son los adultos que se quedan fuera del ritmo de las redes sociales y así lo destacada Wired en un artículo.
Cuando inició internet, los millenials fueron los primeros usuarios jóvenes que encontraron un lugar para reunirse con amigos fuera del entorno familiar. Pero crecieron y ahora son el blanco de las burlas al tener que adaptarse o no entender lo que los menores consumen.
Al mismo tiempo, Helena Fitzgerald, autora del artículo, hace un llamado de atención sobre el constante cuestionamiento que ejercen las redes sociales sobre la vejez y la opinión de los más jóvenes sobre lo que está y no en tendencia. Lo que para ella se convierte en una oportunidad para contar historias.
Envejecer en internet. “Cuando por primera vez se puso en línea, Internet se parecía tanto al futuro como a la ciencia ficción. Las primeras redes sociales eran sucias y caóticas y no tenían nada que ver con la familia. Era una fiesta de pijamas después de que los padres de alguien se habían ido a la cama. Internet era lo opuesto al mundo de nuestros padres. Por definición, no era para gente mayor”, empieza contado. Pero el tiempo fue cambiando y quienes eran los dueños de esa novedad, aquellos jóvenes, pasaron a ser los adultos, los papás y el blanco de los memes por el hecho de envejecer y no estar en las mismas dinámicas. Todos aquellos que ya hoy tienen 30 años o más. Los millennials. “Mi incómoda generación en línea todavía está aquí, tratando de operar según las reglas que creamos en nuestra adolescencia o antes”, señala Fitzgerald.
Oportunidad. Fitzgerald destaca que todo esto pone en evidencia una situación fuerte en internet y en redes sociales: envejecer es un problema y todo el tiempo lo quieren mostrar así. Según ella, la saturación de contenido y la constante idea de estarse mirando así mismo es el enfoque de la web actualmente, lo que traza el abismo entre los jóvenes y quienes ya no lo son tanto. “Los espacios sociales en línea funcionan con envidia; nos han dicho que nos sintamos mal por envejecer desde siempre".