Para hacer frente a los daños y secuelas físicas o sicológicas ocasionadas por la delincuencia, en 2021 los ciudadanos gastaron o invirtieron 9 mil 237 millones 151 mil 720 pesos.
Esto es 25 millones 307 mil 265 pesos diarios y un millón 54 mil 469 mil 375 pesos cada hora, según la Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2022, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La encuesta revela que en 2020 las erogaciones que realizaron los mexicanos que resultaron heridos o afectados sicológicamente al ser víctimas de un delito alcanzaron los 6 mil 587 millones 489 mil 950 pesos. Es decir, los gastos en salud realizados a causa de la delincuencia aumentaron 40.2% en 2021.
El especialista en seguridad y académico de la UNAM, Edgar Ortiz Arellano comenta a EL UNIVERSAL que se le pone más énfasis a las pérdidas económicas que causa la delincuencia. Sin embargo, los altos índices de violencia también impactan la economía familiar de millones.
"Estos datos del Inegi nos revelan que la violencia en sus diferentes facetas está teniendo un costo altísimo para los bolsillos de los ciudadanos", agrega.
Considera que esa pasividad afecta la principal y la más importante función que tiene el Estado: la protección de la integridad física de los mexicanos.
"Cuando alguien es víctima de algún delito, se evidencia que el Estado está dejando de cumplir con su función. Un ciudadano que es atacado por delincuentes ya no es la misma persona, sufre daños o secuelas que en ocasiones son irreversibles", advierte.
Considera que las cifras de la Envipe deberían de ser utilizadas para diseñar políticas públicas para combatir de manera eficaz los delitos: "Estamos frente a un panorama negativo. Desafortunadamente, en todos estos temas de seguridad quisiéramos ser optimistas, pero la realidad es que los delitos del fuero común siguen aumentando y la violencia no ha cedido. Entonces, lo más previsible es que los gastos en salud ocasionados por los delincuentes van a seguir incrementándose", sostiene.
De acuerdo con la encuesta, el delito que ocasionó mayores gastos en la salud fue el de amenazas verbales, con mil 616 millones 620 mil 190 pesos, seguido por el robo a transeúnte o en transporte público, con mil 518 millones 906 mil 830 pesos; fraude, mil 488 millones 206 mil 390 pesos, y lesiones, con mil 392 millones 584 mil 730 pesos.
Según el reporte del Inegi, las entidades en las que los delincuentes ocasionaron mayores gastos en la salud fueron: Estado de México, con 2 mil 559 millones 722 mil 420 pesos; Ciudad de México, con mil 60 millones 47 mil 640 pesos; Nuevo León, con 597 mil 813 millones 550 pesos; Puebla, con 520 millones 212 mil 160 pesos; Michoacán, con 400 millones 891 mil 760 pesos, y Guanajuato, con 379 millones 304 mil 700 pesos.
El sicólogo Iván Benítez dice que entre 5% y 10% de los pacientes que recibe en su consultorio acuden porque fueron víctimas de algún delito.
"Han llegado con crisis. No hace mucho que llegó a mi consultorio una chica que perdió la voz, al siguiente día la asaltaron y le quitaron sus pertenencias", comenta.
El especialista dice que las afectaciones más comunes son estrés postraumático, frustración, temor, ansiedad, impotencia y pánico: "No toda la gente los desarrolla, y si lo hace no considera necesaria su atención. Las terapias se ofrecen según se vaya sintiendo el paciente, que puede ser una o varias sesiones".
La encuesta revela también que las mayores pérdidas económicas se ocasionaron con el fraude, al generar un quebranto de 42 mil 998 millones 365 mil 688 pesos; le sigue el robo total de vehículo, con 36 mil 518 millones 331 mil 196 pesos; robo o asalto en la calle o en transporte público, con 31 mil millones 855 mil 858 pesos; robo en casa habitación, con 20 mil 111 millones 953 mil 346 pesos; robo parcial de vehículo, con 13 mil 526 millones 388 mil 318 pesos, y extorsión, con 8 mil 50 millones 657 mil 609 pesos.
El académico de la Universidad Anáhuac y experto en temas de inteligencia y seguridad, Francisco Franco señala que cuando un gobierno diseña una política pública, no contempla los gastos generados por la violencia y la delincuencia: "Prácticamente se deja que el ciudadano absorba los costos del impacto de haber sido víctima de los delincuentes"
El especialista asegura que a estas alturas los mexicanos se han acostumbrado a la frialdad de las cifras de la violencia.