Ambos coincidieron en que no existe maltrato físico, pero aceptaron que, si hay castigos, pero estos no atentan contra la integridad de los internados.
Una madre de familia y un joven interno aseguraron que las condiciones al interior del anexo son benéficas para cualquier persona en situación de adicción.
Indicó la señora que su hijo tiene 5 meses de estar anexado e incluso llevo un pastel para que festejé su cumpleaños con los compañeros en rehabilitación.
"Cuándo suceden este tipo de situaciones yo inmediatamente pido verlo y nunca me lo han negado y constato que está bien", dijo.
Por su parte uno de los chicos que están recibiendo el programa de rehabilitación aseguro que nunca ha existido maltrato físico y psicológico.
Expreso que tiene está por cumplir su programa de 6 meses y redactarse a la sociedad con otro pensamiento.
"La mera verdad de que no hay golpes no hay golpes si nos paran contra la pared, pero son algunos minutos cuando nos castigan, pero no son horas", dijo.
El joven cuestionado acerca de la situación del chico que se fugó aseguro que efectivamente al saltar la barda cayó entre unos bloques produciéndose los golpes.