Un FC Barcelona muy serio, correcto y eficaz se ha quedado con la victoria en la visita del Celta de Vigo al Spotify Camp Nou. El conjunto entrenado por Xavi Hernández ha vivido un cómodo partido en el que un gol de Pedri González ha marcado la diferencia en el marcador. Los azulgranaS firman con solvencia la última prueba antes de una semana decisiva tanto en LaLiga como en la Champions League.
El entrenador egarense había sorprendido desde la pizarra, alineando una zaga defensiva totalmente inédita con tres laterales izquierdos: Alejandro Balde, Marcos Alonso y Jordi Alba. Una decisión condicionada por el gran número de bajas que presentaba el equipo en la previa. Incluso así, el cuadro catalán consiguió resolver casi sin preocupaciones un partido en el que Marchesín se vistió de héroe y en el que la defensa de los vigueses quedó ‘retratada’ tras una buena jugada de Gavi y ‘empujón’ de Pedri para abrir el marcador.
Los azulgrana monopolizaron el partido y arrancaron incisivos, con ánimos de generar peligro y presionando alto en el área celeste. Raphinha pudo abrir la lata con un disparo desde larga distancia que Marchesín pudo repeler con solvencia, además de un lanzamiento cruzado de Ferran Torres que el guardameta argentino pudo detener, hasta que en el 17′, Gavi dio una nueva ‘master class’ de cómo atacar al espacio y envió un buen centro al área que, ante el mal despeje de Unai Nuñez, el balón cayó en las botas de Pedri para que solo tuviese que empujar el balón para poner el 1-0.
El Barça no bajó el pie del acelerador y continuó acumulando ocasiones, pero no incomodó de manera incansable a Marchesín como lo habían hecho antes. Jordi Alba se probó, tras un pase en profundidad de Busquets, con un disparo que se marchó por el lateral de la red y un intento, en el 40′, de Raphinha. Intentó entrar en el área y, tras una falta de Javi Galán, acabó cayendo. El colegiado no señaló penalti y desde el VAR tampoco intervinieron pese a las protestas de los culés.
En la reanudación, el Celta se vio capaz de disputarle el partido a los blaugrana y comenzó a merodear el área de un Ter Stegen que dio un susto, con unas molestias en la espalda. Primero fue Óscar, quien recibió un pase de Iago Aspas en el área, pero su disparo careció de acierto y se marchó muy alto. Marcos Alonso también se vistió de héroe para tapar, de manera milagrosa, un nuevo disparo del de Talavera de la Reina, que era un gol ‘cantado’.
El Barça, que estaba sufriendo más de lo que se esperaba desde que el Celta estaba dominando más el balón, se vio beneficiado de los cambios a la hora de partido, porque habían más piernas frescas que fueron clave para que mejorara la circulación de balón, aunque los culés estaban espesos en el último pase y con muy poca creatividad para superar a los defensores rivales.
El empate pudo llegar a veinte minutos para el final, después de un despiste defensivo de los culés que acabó con un cabezazo de los celtistas, pero la diana no acabó subiendo al marcador por un fuera de juego en el comienzo de la jugada. El Barça jugó con fuego en toda la segunda parte y dejó la sensación de que, si el Celta hubiese estado más acertado, habría rascado un punto en el Camp Nou... porque los culés apenas y pudieron presionar en el tramo final.