Fue confuso porque nadie sabía cómo había quedado la decisión de la FIA y la Fórmula 1, pero tras definir el caso, rápidamente le hicieron saber a Max Verstappen que ya era, una vez más, campeón del mundo en la máxima categoría.
Entonces los festejos de ganar una carrera (GP de Japón), se convirtieron en los de un título mundial, el segundo consecutivo para el neerlandés, que por cierto otra vez llega gracias al empuje realizado por el mexicano Checo Pérez, su compañero en Red Bull.
Y tras las celebraciones en Suzuka, Max aprovechó para enviar en sus redes sociales un mensaje no sólo al equipo austriaco, sino al propio Checo.
"Muchas gracias a todo el equipo, todos trabajaron incansablemente para llegar aquí y esta es la recompensa final redbullracing SChecoPerez sigamos presionando para lograr muchos más logros".