'Si no conocen el Gitano, no conocen Piedras Negras'.
Conocido como el “Café Gitano” o “Restaurante Los Gitanos”, es un negocio de tradición familiar que ha perdurado en la memoria de muchos nigropetenses que han emigrado y regresado para recordar que de “chiquitos”, sus padres los llevaban a almorzar o comer a este popular espacio ubicado en el Mercado Zaragoza desde hace más de 70 años.
¿Es un restaurante familiar?
“Mi padre primero era cliente y antes era del señor Homero Niño Portales, que en paz descanse, después mi papá lo adquirió hace más de 70 años, Don Gilberto Guajardo Montemayor, falleció. Éramos tres hermanos. Uno ya no está con nosotros y el otro se dedicó a otro restaurante que se llama El Malecón de comida de mariscos y pollo; tiene tres distribuidoras, además del de Piedras Negras, está otro en Acuña y Monclova, le ha ido bien y por eso yo me he quedado solo con este negocio”.
¿Cómo está el consumo actualmente?
“La pandemia nos perjudicó en su momento porque se cerró el Mercado y nosotros teníamos a empleados que les seguíamos pagando. Empleados preciados que no puedes perder porque también son el motor del negocio y son cocineros y personal que conoce bien las funciones del negocio y a los clientes. Pero se ha superado poco a poco, hemos salido adelante. La gente no nos ha abandonado y siguen viniendo y prefiriendo los platillos y el sabor de este restaurante, y seguimos trabajando todos los días, para brindar lo mejor".
Entonces, ¿se ha mantenido la clientela durante todos estos años?
“Si se ha visto floja a clientela en algunos momentos, un poco. A veces baja y sube como en todas partes que hay negocios cuyos clientes son variados, ya que el movimiento depende desde las condiciones climáticas, la seguridad, la dinámica social, la economía. Esos son nuestros clientes de diario, los que recibimos cada día, pero que están seguros que si no vienen por un tiempo, después van a seguir encontrando este lugar abierto y con la misma sazón. Aquí en el Mercado Zaragoza nos mantenemos mucho de la gente de Estados Unidos".
¿Llegan muchas personas de fuera?
“El restaurante tiene unos 70 años, era de mi padre y luego de toda la familia, ahora estoy a cargo del Gitano, pero mucha gente viene y nos menciona que sus padres los traían de chiquitos. Es una tradición venir aquí para aquellas personas que han emigrado, ya sea porque se fueron a Estados Unidos o a otro lugar de la república, saben que van a encontrar este lugar y después de mucho tiempo lo recuerdan”.
¿Es un ícono para muchas personas?
“Sí, sobre todo, es una tradición. Como dijo el padre Carlos (Aguilera): El que no conoce el Café Gitano, no Conoce Piedras Negras. Es una frase que siempre me ha motivado".
¿Por qué lo identifica la gente como el restaurante de Piedras Negras?
“Exacto, lo identifica mucha gente, porque si les dices a alguien que eres de Piedras Negras, te mencionan este restaurante sobre todo personas que no han venido muchos años para acá, conocen el restaurante. Creo que es porque ha perdurado, es como dije, seguro de que lo vas a encontrar abierto después de tantos años sin venir”.
¿Qué es lo que ofrecen que es tan atractivo?
“Es el sabor de cada uno de sus platillos, los almuerzos y los caldos, los menudos, el caldo tlalpeño, el caldo de pollo que es lo que más vendemos. Los desayunos con el tradicional huevo casero, el machacado que tienen un sabor inigualable y los platillos en general están muy buenos".
¿Le gusta el negocio?
“Sí, el negocio está muy bien y es muy noble, tengo muchos años en él y tengo la satisfacción de mantenerlo en pie, siempre al pendiente de que no se vayan decepcionados los clientes y que regresen. Todos siempre son bienvenidos”.