El Arsenal se llevó un importante triunfo por 3 a 2 frente al Liverpool en el Emirates por la décima jornada de la Premier League y quedó como líder absoluto del campeonato inglés. Además, complicó aún más el presente de los dirigidos por Jürgen Klopp, que están estancados en la mitad de la tabla. Con goles de Gabriel Martinelli y un doblete de Bukayo Saka (Darwin Núñez y Roberto Firminho, para los visitantes), los de Mikel Arteta viven un presente soñado.
El crecimiento del Arsenal es formidable y queda reflejado que algo ha cambiado por completo. De hecho, de los últimos 14 partidos, solo había ganado una vez al Liverpool: este domingo fue la segunda ocasión en ese tramo, tan explícita del momento del conjunto de Arteta, cuyo club no gana la Liga inglesa desde 2004.
Han pasado ya 18 años de aquel trofeo del Arsenal, cuyo presente lo postula como un aspirante tan firme como hacía tiempo no se recordaba en el estadio Emirates, donde distanció al Liverpool hasta los 14 puntos, con tan solo nueve partidos disputados y con el matiz de que el conjunto dirigido por Jürgen Klopp tiene un choque menos.
Las claves de la victoria del Arsenal al Liverpool
No admite duda hasta ahora. Su estupendo comienzo en la 'Premier', con ocho triunfos y una única caída (la derrota frente al Manchester United), representa la formidable e irrebatible realidad de la que hoy disfruta el Arsenal, cuya transición ofensiva es temible, como demostró desde la recuperación en su territorio de William Saliba hasta la resolución de Gabriel Martinelli frente a Allison. El pase, magnífico, fue de Martin Odegaard. Su visión, también su ejecución, desbordó a Alexander Arnold para provocar el 1-0 en sólo un minuto.
El Liverpool reaccionó. Metro a metro, instante a instante, forzó la respuesta del portero Aaron Ramsdale, que surgió para contraponerse al tiro de Darwin Sánchez y al remate hacia su propia portería de Saliba, cuando despejó un amenazante centro, pero que no encontró ningún recurso posible para repeler el remate desde el suelo del delantero uruguayo, quien remachó el centro de raso de Luis Díaz en el minuto 33. En el 42, el extremo colombiano se fue lesionado, con un golpe que no aparenta más repercusión para el futuro. Salió Firmino.
Es un gol contra las dudas de Darwin Núñez. La millonaria inversión veraniega también es una presión para el delantero, que no había marcado ningún tanto en la Premier desde el 6 de agosto, desde hace dos meses, desde la primera jornada, hasta este domingo. Héroe incontestable de la Communitty Shield, son sus dos únicos tantos en la competición liguera hasta ahora. Lo necesita el bloque de Jurgen Klopp. Y aún más el atacante charrúa.
Pero, cuando parecía el partido más para el Liverpool, marcó el Arsenal, lanzado por un contragolpe trepidante al borde del descanso dirigido por Martinelli, que agarró el balón en el medio campo, inició su conducción a toda velocidad hacia la portería contraria, quebró a dos rivales (Henderson y Alexander Arnold) y centró al corazón del área, donde Gabriel Magalhaes despistó a todos al dejarla pasar por debajo de las piernas, menos a Saka, que empujó el 2-1 a la red ante la incredulidad de Jurgen Klopp y de sus futbolistas.
Del 2-1 también salió malparado Trent Alexander-Arnold, cuyas virtudes ofensivas contrastan con sus defectos defensivos. Su mala lectura de la acción abrió un espacio que no habría existido de haber contenido su ímpetu para ir al cruce cuando no debía. El regate de Gabriel Martinelli lo sacó del foco, lo invalidó de la acción y lo puso en evidencia. Al descanso se quedó en el vestuario, sustituido por Joe Gómez. No aparentaba una lesión.