El atacante se quitó la vida, despues de matar a su esposa e hijo en su propia casa.
Un expolicía que enfrentaba cargos relacionados con drogas irrumpió el jueves en una guardería de Tailandia, donde mató a gran cantidad de preescolares y a algunas maestras, además de dispararle a más personas en su huida. Al menos 37 personas fueron asesinadas en la peor masacre a tiros en la historia de la nación. El atacante, que había sido despedido de la policía este año, se quitó la vida tras asesinar también a su esposa y un hijo en casa.
Las fotografías tomadas por personal de emergencias que acudió al lugar mostraban cadáveres de niños en el piso, envueltos en sus mantas en el lugar donde dormían su siesta cuando los asesinaron. Los infantes presentaban cuchillazos en sus caras y heridas de bala en sus cabezas, en medio de charcos de sangre, según muestran las imágenes.
Agresor. Una maestra dijo a la emisora pública Thai PBS que el agresor descendió de un vehículo y de inmediato mató a tiros a un hombre que almorzaba afuera de la guardería, y luego hizo más disparos. Cuando efectuó una pausa para recargar su arma, la maestra aprovechó y corrió hacia el interior. “Corrí hacia la parte de atrás, los niños estaban dormidos”, dijo la mujer, que no dio su nombre, con un nudo en la garganta. “Los niños tenían entre 2 y 3 años”. La masacre ocurrió en la localidad rural de Uthai Sawan, en la provincia nororiental de Nongbua Lamphu, una de las zonas más pobres del país. Otro testigo dijo que el personal de la guardería había cerrado totalmente las puertas, pero el atacante las abrió a balazos. “La maestra que murió tenía un niño en sus brazos”, dijo el testigo, cuyo nombre no fue proporcionado, a la televisión Kom Chad Luek de Tailandia. “No pensé que mataría niños, pero le disparó a la puerta y disparó a través de ella”.