Desde 2008 no se había presentado un colapso similar. El FMI estima que son 48 países afectados.
Las alteraciones de la guerra de Ucrania en los flujos de cereales y fertilizantes han provocado la peor crisis de seguridad alimentaria desde al menos la que siguió al colapso financiero mundial de 2007-2008, y unos 345 millones de personas se enfrentan ahora a una escasez que pone en peligro su vida, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Un nuevo estudio del FMI estima que los 48 países más expuestos a la escasez de alimentos se enfrentan a un aumento combinado de sus facturas de importación de 9,000 millones de dólares en 2022 y 2023, debido al repentino aumento de los precios de los alimentos y los fertilizantes provocado por la invasión rusa. Esto erosionará las reservas de muchos estados frágiles y afectados por conflictos que ya se enfrentan a problemas de balanza de pagos después de una pandemia desgastadora y el aumento de los costos de energía, dijo el FMI. "Solo para este año, estimamos que los países altamente expuestos necesitan hasta 7,000 millones de dólares para ayudar a los hogares más pobres a hacer frente a la situación", dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Guerra. La guerra de Ucrania empeora una crisis alimentaria que se ha ido agravando desde 2018, debido a que en parta la creciente frecuencia y gravedad de los desastres climáticos y los conflictos regionales, dijeron. El Fondo pidió un rápido aumento de la ayuda humanitaria a través del Programa Mundial de Alimentos y otras organizaciones, así como medidas fiscales específicas en los países afectados para ayudar a los pobres. Sin embargo, dijo que los gobiernos debían dar prioridad a la lucha contra la inflación. "La ayuda social a corto plazo debe centrarse en proporcionar ayuda alimentaria de emergencia o transferencias de efectivo a los pobres, como las anunciadas recientemente por Yibuti, Honduras y Sierra Leona", dijo Georgieva. El Fondo pidió que se eliminen las prohibiciones a la exportación de alimentos y otras medidas proteccionistas, mencionando un análisis del Banco Mundial según el cual éstas restricciones suman hasta el 9% de aumento en trigo.