Enfermos suelen omitir las señales de alerta que les indican, son propensos a vivir un paro, lo que aumenta sus posibilidades de fallecer.
En el hospital Amparo Pape de Benavides, desde que inició el año se han atendido un promedio de 36 infartos. Incluso en personas desde los 27 años, pero la edad más probable para padecer de uno fluctúa a partir de los 45, así lo dio a conocer Ángel Cruz García quien se desempeña como el Director del nosocomio.
Atender problemas por infartos es común que suceda, es por eso que el personal del hospital debe mantenerse capacitado de forma constante para saber cómo actuar al momento de que se presente algún caso, así como también se debe notificar a los pacientes sobre cuáles son las alertas que le permitirán detectar que es propenso a vivir uno. El Director expresó que aquellos quienes no han tenido una atención médica oportuna tienen un 70% de probabilidades de morir, pues omitieron las señales de alarma que su cuerpo les indicó para avisarles que eran propensos.