'Mi logro fue dejar en muchos el arte del fotógrafo e impresor'.
Con una experiencia de 60 años en diferentes rubros del periodismo, principalmente gráfico, Mario Niño Villarreal es uno de los decanos de la lente en Coahuila. Fue el primero en realizar la selección de color para un diario en Monclova.
Toda gran figura tiene un inicio, una formación ¿Cómo fueron sus comienzos en el maravilloso mundo periodístico de la lente y color?
“Inicié aprendiendo el oficio de la fotografía en 1962 en la ciudad de Monterrey con Luis Cepeda, un fotógrafo con el cual tenía amistad y trabaja en el estudio Quiroga que se ubicaba en la calle Doctor Coss con la calle De Tapia en la capital regia. Sin embargo, me pasaron al departamento de fotomecánica donde se revelan las páginas de un periódico”.
Usted es ampliamente conocido en los medios informativos ¿En cuál empresa inició su carrera periodística?
“En 1970 ingresé al periódico Tribuna de Monterrey en el departamento de fotografía y laboratorio ya que Cepeda me enseñó también a revelar las gráficas en blanco negro y color, pero también como reportero gráfico”.
Sabemos que la gran parte de su carrera radica en ser experto en selección de color ¿Nos puede explicar en qué consiste?
“Es una técnica de separar los colores de las fotografías en una cámara especial de fotomecánica que se ubicaba en los cuartos oscuros de los periódicos, actualmente no existe, ahora se hace por medio de la computadora”.
¿Cómo llegó a Monclova y cuál fue el medio donde inició en Coahuila?
“En 1982 se inunda una papelería con imprenta que tenía en Monterrey, me habla Luis Cepeda y me invita a Monclova y me interesó para imprimir fotos a color en papel. En 1987 se abre La Voz y como el estudio Luser pasó una racha financiera mala, ingresé a esa empresa bajo la dirección de Víctor Infante y el jefe de prensa era Celestino Vázquez”.
Eres considerado el hombre que trajo el color al periódico en Monclova ¿Por qué le llaman así?
“La primer selección de color que se imprimió en Monclova y la región centro yo la hice, pues en ese medio me pusieron en el departamento de fotomecánica y ya tenía el conocimiento que desde hace años dominé en Monterrey. Recuerdo que la primera impresión de color fue una presentación de debutantes en sociedad del casino Monclova”.
La actividad de jefe de fotomecánica entre los colores amarillo, Rojo, azul y Negro, con la fotografía le hizo ser muy cotizado ¿Dónde comenzó como reportero gráfico en Coahuila?
“Fue en Vanguardia en 1994 con Francisco Orduña como director y posteriormente en Acuña donde iniciamos el periódico tras cumplir la meta retornamos a la capital del acero donde continúe con esta labor”.
Usted fue reconocido elemento en esta casa editora ¿Qué recuerdos guardas de tu paso por el periódico El Tiempo de Monclova?
“Llegué en 1996 a esta empresa con José María Suárez como director después cambió la dirección a Ulises Salas. Era fotógrafo y revisaba los trabajos de la rotativa. Fui mucho tiempo fotógrafo de Héctor Taméz, quien después fue reconocido locutor. Observé los primeros cambios importantes de este periódico”.
La fotografía ha sufrido cambios muy radicales al paso de los años ¿Cómo sintió usted pasar de un sistema anterior a la modernidad?
“De los laboratorios fotográficos de antes que se enrollaba el rollo en una bobina pasó a un sistema digital, enormemente facilitó las cosas.
En cuanto a las cámaras de tener una cosa que te adaptas a ella con un rollo de película ahora te adaptas a una digital. Antes movías solo la velocidad y la luz y ahora hay un montón de sistemas digitales que en parte te beneficia y en parte no. No fue muy pesado el cambio, pero fue difícil de entender la actualización”.
Los nuevos fotógrafos tienen las cosas más fáciles con la modernidad ¿Cuál es su recomendación a esta nueva generación?
“Que deben entender y manipular los dispositivos de manera manual no dejar lo básico”.