En el mes corrido desde que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mostró una posición férrea contra la inflación, las acciones han sufrido pérdidas de dos dígitos, se han abierto abismos en los mercados de divisas y los rendimientos de la deuda pública estadounidense han subido a máximos no vistos desde la crisis financiera de hace casi una década y media.
FED. Sin embargo, los funcionarios del banco central estadounidense han sido claros, como lo fue Powell en sus declaraciones en la conferencia económica de Jackson Hole, en Wyoming, y tras la reunión de política del banco central de la semana pasada: No habrá rescate. Si la percepción de que la Fed tiende a correr en ayuda de los mercados financieros no ha muerto, está en profunda hibernación, con los funcionarios estadounidenses dejando claro en los últimos días que están mirando más allá del desplome en Wall Street y de la avalancha de preocupaciones en el extranjero de que el banco central de Estados Unidos pueda estar empujando al mundo al borde de la recesión. Para el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, la amplitud.