Monseñor Alonso Gerardo invita a quienes por alguna razón se alejaron
Tras lo sucedido por la pandemia, donde un alto porcentaje de personas padecieron un sinfín de situaciones difíciles, entre ellas el perder a seres queridos, perder el trabajo, inestabilidad en su salud sumándole la cuestión de que las iglesias tuvieron que cerrar, el cual es un lugar en el que la mayoría busca un refugio por las tribulaciones diarias de su vida, lo que ocasiono que muchas de ellas se alejaran y con ello perdieran la fe.
Sobre esto, Monseñor Alonso Gerardo Garza Treviño indicó que de acuerdo a investigaciones que han realizado los psicólogos, las costumbres o los hábitos se adquieren y o se pierden en seis meses, lo cual es así, donde después de estar haciendo alguna actividad en ese lapso a la mayoría ya se le quedó esa costumbre o bien si lo dejaron de hacer lo perdieron en ese tiempo, situación que se suscitó ante el cierre de las iglesias.
FE. ¿A qué se refiere con ello? Resalta que las personas que tenían la práctica de asistir a misa, las que lo hacían por costumbre, no por fe, dejaron de asistir, por lo que ahora se sienten a gusto porque ello era un hábito que no correspondía a una acción de fe profunda, mientras que las personas que lo vivían con fe, este tiempo de pandemia los hizo acercarse más a Dios y ahora comentan que experimentan de manera diferente la misa y la comunión, el contacto con la asamblea, la clase de grupo, de tal manera que la pandemia ha venido a manifestar, a dejar al descubierto si la persona es de fe o no, pero no es algo que sea totalmente definitivo, pero si es un signo claro y qué bueno, porque con ello se ha manifestado quien es quien.
Ante ello, Monseñor Alonso Gerardo invita a quienes por alguna razón se alejaron, a que piensen en lo profundo y no solo en la costumbre, a que vean todo lo que puede traerles la fe en su vida y que viviéndola será mucho muy diferente su existencia y la de los suyos.
Asimismo comentó que en cuanto a las personas que perdieron a seres queridos durante estos casi tres años de pandemia, y quienes por desesperanza se alejaron de sus creencias, de su fe, a ellas les pide que se acerquen a compartir con alguien más su manera de pensar, si quisieran con él, le daría mucho gusto, porque muchas veces como se dice dos cabezas piensan mejor que una y compartiendo lo que les sucede con alguien, quizás les pueda ayudar a ver las cosas de diferente manera, puede ser que hayan experimentado una ausencia de Dios en la muerte de algún familiar, pero es todo lo contrario, o alguna injusticia, pero sería injusticia también la que Dios padre permitió también con su hijo que murió en la cruz, el dolor que permitió que tuviera la Virgen María, si así fuese Dios, si vemos que está presente en esos momentos de dolor tan fuertes de Jesús y de María, así también está presente en los de nosotros, pero hay que saberlo reconocer por ello es muy bueno que se puedan acercar a alguien para que les ayude a recuperar su fe.