El gigante asiático condenó como cada año el embargo estadounidense sobre Cuba.
El Gobierno chino omitió este sábado cualquier crítica a Rusia en el discurso de su ministro de Exteriores, Wang Yi, ante la Asamblea General de la ONU, manteniéndose en la equidistancia de la que ha hecho gala desde el inicio de la invasión rusa de su país vecino.
La cuestión ucraniana apenas supuso dos frases en la intervención de Wang, quien repitió las ideas expresadas una y otra vez desde Pekín: "Apoyamos todos los esfuerzos para una resolución pacífica de la crisis en Ucrania -dijo-. Nuestras prioridades son facilitar las conversaciones de paz, y la solución pasa por abordar las preocupaciones legítimas de todas las partes".
Es decir, no hizo ninguna mención a los últimos elementos que han agravado esta crisis, como es la convocatoria de referéndums de anexión de territorios ucranianos a Rusia -ampliamente criticados- ni la movilización de 300 mil reservistas rusos para servir en la guerra, desmintiendo así a quienes en los últimos días han querido ver un mayor distanciamiento entre Pekín y Moscú. Más aún, si hubo velados ataques, fueron contra Estados Unidos, como cuando Wang dijo que "ningún país está por encima de los demás (y) no debe utilizar su poder para hostigar a otros" o cuando cargó contra las políticas proteccionistas que limitan el comercio mundial.
Disputas. Las alusiones a Estados Unidos fueron aún más claras cuando sacó a relucir la cuestión de Taiwán, "parte inseparable de China", recordó.
"Hemos de luchar contra las actividades separatistas de manera resuelta, oponiéndonos a injerencias extranjeras (...) Cualquier obstrucción a la reunificación será aplastada por la voluntad de la historia", dijo.
Pekín y Washington chocaron últimamente por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la isla, a la que siguieron maniobras militares chinas -por mar y aire- en el Estrecho de Taiwán que se prolongaron durante buena parte de agosto.
Por lo demás, China condenó como cada año el embargo estadounidense sobre Cuba y renovó su llamamiento a la solución de dos estados en Oriente Medio.
Por su parte el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, durante una reunión con líderes de Japón, Corea del Sur y Filipinas (En los márgenes de la Asamblea General de la ONU), en un intento por reforzar sus alianzas en Asia y plantar cara a China expresó su deseo de hablar con Ferdinand Marcos Jr. presidente de Filipinas, sobre la situación en torno al Mar de China Meridional, región en la que se estima que se esconden 11 mil millones de barriles de petróleo y que China se disputa con Taiwán, Brunéi, Indonesia, Filipinas, Malasia y Vietnam. Por su parte, Marcos Jr. alabó el papel que Estados Unidos juega "para mantener la paz" en la región y dijo que Filipinas lo valora especialmente, ya que mantiene una relación cada vez más conflictiva con Pekín debido a las disputas territoriales por el Mar de China Meridional.