Un grupo de científicos en Alemania parece haber dado con una nueva forma de tratar y posiblemente curar una enfermedad crónica: el lupus. En un estudio publicado este jueves, el equipo de investigadores describe cómo los pacientes que recibieron una forma de inmunoterapia que se usa actualmente para tratar ciertos tipos de cáncer experimentaron una remisión sostenida de sus síntomas, y lo mismo le sucedió a los autoanticuerpos que desencadenan la enfermedad. Sin embargo, se necesitarán más datos para confirmar los potenciales avances de este tratamiento.
El lupus es una compleja enfermedad crónica causada por un desajuste del sistema inmunitario que afecta a unas 5 millones de personas en todo el mundo. Hay varias formas de lupus, algunas de las cuales atacan a partes específicas del cuerpo, como la piel. Pero la versión más común es el lupus eritematoso sistémico (LES), que puede afectar a casi todos los órganos del cuerpo. Los síntomas del LES a menudo varían de persona a persona, y pueden pasar años antes de que alguien sepa que tiene lupus. Dicho esto, un síntoma común de la afección es la inflamación crónica, que puede manifestarse como dolor en las articulaciones, fiebre y erupciones en la piel.
La mayoría de los casos de lupus se diagnostican entre los 15 y los 44 años y no tienen una causa clara, aunque se sospecha que la genética de una persona y los desencadenantes ambientales, como una infección viral, juegan un papel vital. Una vez que se presentan los síntomas, las personas tienden a experimentar brotes de la enfermedad. Estos brotes pueden reducirse o controlarse con tratamientos, pero actualmente no existe una cura en sí para el lupus.
El defecto subyacente detrás del lupus es que los anticuerpos atacan los tejidos del cuerpo. Estos autoanticuerpos son producidos por un subconjunto de células B, la maquinaria de producción de anticuerpos del sistema inmunitario. Existen tratamientos actuales para el lupus que intentan agotar el suministro de células B del cuerpo para eliminar estos anticuerpos, pero estos medicamentos han tenido una efectividad limitada hasta la fecha. En los últimos años, respaldados por los primeros datos en animales, algunos científicos han teorizado que una forma de inmunoterapia conocida como terapia con células CAR T puede tener éxito donde estos medicamentos han ido fallando.
El concepto básico de la terapia con células CAR T es tomar las células T de una persona (células inmunitarias entrenadas para atacar un objetivo específico, como un patógeno extraño) y modificarlas en el laboratorio para que reconozcan objetivos en la superficie de una célula que normalmente tendrían problemas para encontrar, como los de ciertas células cancerosas. Pero según el autor del estudio Georg Schett, inmunólogo de la Universidad de Erlangen-Nuremberg en Alemania, el mismo antígeno que se puede encontrar en las células B de la leucemia maligna y el linfoma también se puede encontrar en las células B que producen los autoanticuerpos del lupus. Este antígeno se conoce como CD19.
En su nueva investigación, publicada el jueves en Nature Medicine, Schett y su equipo infundieron células T anti-CD19 modificadas a cinco pacientes con un LES resistente al tratamiento. Y hasta ahora, todos ellos han experimentado una notable recuperación. Todos sus síntomas han mejorado, y ninguno muestra signos de daño interno relacionado con el lupus hasta 17 meses después ni efectos secundarios después de esta terapia. Los autoanticuerpos de los pacientes también desaparecieron aparentemente, quizás para siempre, ya que los anticuerpos no regresaron una vez que sus células B comenzaron a reponerse pasados 100 días. Como resultado, los pacientes no han necesitado más tratamientos de ningún tipo.
“Eso es diferente fundamentalmente a cualquier otro tratamiento hasta ahora”, dijo Schett a Gizmodo por correo electrónico.
Estos hallazgos parecen presagiar un gran avance médico para el lupus. Pero por ahora, todavía se basan en un tamaño de muestra muy pequeño, y quedan muchas preguntas por responder sobre la efectividad de la terapia, como por ejemplo, si este mecanismo servirá también para curar otros tipos de lupus. Sin embargo, distintos equipos de investigación están estudiando la terapia de células CAR T para el lupus, por lo que pronto tendremos más datos seguro. Si esta investigación sigue adelante, entonces esta terapia no solo podría cambiar drásticamente la perspectiva de los pacientes con lupus, sino también la de muchas personas con enfermedades autoinmunes similares, una posibilidad en la que el equipo de Schett estudiará en un futuro cercano.
“Nuestros pacientes serán seguidos durante más tiempo para ver si se mantienen saludables sin tratamiento. Queremos saber si están curados o no”, dijo Schett. “También iniciaremos un ensayo en cesta que incluirá diferentes enfermedades autoinmunes (lupus, miositis y esclerosis sistémica) para hacer que esta investigación siga avanzando”.