Las opiniones son divididas pues mientras que para unos es buen método, para otros causa impotencia ver a los indiciados en libertad.
La confiabilidad en el dispositivo electrónico del brazalete, como medida cautelar divide opiniones, pues mientras que para unos no es un método que garantice eficazmente la tranquilidad de la víctima, ya que depende en gran parte de la voluntad y responsabilidad de quien lo porta, para otros es un beneficio para que el indiciado lleve una vida normal durante el proceso.
El artefacto es un localizador geo global que en teoría previene la salida del país o del rango que se imponga al imputado sin el permiso expreso de la autoridad judicial, además que evita acercarse a lugares restringidos para no tener contacto alguno con la víctima, sin embargo, esto ha quedado evidenciado en muchas ocasiones.
Palabra. Para el doctor en derecho, César García Diosdado, respetar el brazalete ya es decisión de cada persona y de la palabra que ésta tenga al comprometerse a seguir los lineamientos dictados por las autoridades judiciales.
“La prisión preventiva es la última causa y como medida alternativa son muy útiles (los brazaletes) pero tenemos que entender que este es un sistema de conciencia y lealtad y si una persona da su palabra que no va a salir del distrito judicial, debe cumplirla”, dijo.
Detalló que en Coahuila existe una diversidad de corporaciones policiacas, que apoyan a las unidades cautelares en caso de alerta de violación al aparato.
“Uno de los problemas más comunes es que a los portadores no se les explica que área o rango deben tener y piensan que andar donde sea sin quitarse el brazalete es todo”, consideró.
Implementado en Coahuila en junio del 2013 junto al nuevo Sistema Penal Acusatorio el brazalete está hecho de acero y velcro, con un peso de aproximadamente 180 gramos, se instala en el tobillo y cuenta con un chip de geolocalización y sistema de Radio Frecuencia. La duración de la pila es de 30 horas y tarda 20 minutos para cargarse.
En el caso de Coahuila el centro de monitoreo está en Saltillo, El Juez fija el rango restrictivo que varía por la ubicación del delito.
“El que es puerco es puerco, aunque traiga el brazalete va a seguir en lo mismo. Desgraciadamente ya es lo mismo dentro del penal que fuera”, consideró el ciudadano Juan Osvaldo García Vázquez.
En la región centro la titular de la UMC es Sonia García y en lo que va del año es un número aproximado de 60 brazaletes los aplicados. En diversas ocasiones, quienes lo portan, siguen delinquiendo, lo que termina por decepcionar a las víctimas.
Referente a los casos sexuales y de violencia familiar se aplica el localizador dual en que la víctima tiene otro aparato, al aproximarse el agresor se activa para pedir auxilio o se refugie en el cuarto de pánico mientras llega la ayuda.
Impotencia. La impotencia para los familiares de víctimas de homicidios culposos es evidente al ver a los responsables en libertad con una vida tranquila como el caso del repartidor de Didi, Aarón “N”, impactado por un cafre en la avenida Lázaro Cárdenas el pasado 19 de junio y murió días después. Su padre Juan Pablo Medina reclamaba a la justicia porqué el responsable estaba libre con brazalete y su hijo en el panteón.
La ama de casa, Juanita Arreola Salazar, consideró que es un método confiable “Es una buena opción para dejarlos continuar con su vida y es mucho mejor que tenerlos encerrados”.
Por su parte la abogada Adelaida Gallegos coincidió con la opinión de su colega García Diosdado al explicar que es cuestión de decisión del portador quebrantar la medida o no.
El generar impotencia en algunos y tranquilidad en otros, hace del brazalete un sistema ambiguo en el cual el beneficiado es el presunto responsable y la única que pierde de nuevo es la víctima.