Ryan como el especialista consideran que perder este pequeño reto fue, en realidad, lo mejor que pudo pasarle
CIUDAD DE MÉXICO.- La mayoría de las veces el actor Ryan Reynolds suele tomarse las cosas muy a la ligera, sobre todo cuando se trata de él mismo. Él fue el primero en admitir que su película, "Linterna verde", era una de las peores cintas del séptimo arte, incluso ha pedido perdón por ello; pero en esta ocasión no ser tan serio fue precisamente lo que le salvó la vida.
Todo sucedió a raíz de una apuesta que perdió con su amigo y socio Rob McElhenney. El reto fue propuesto hace un año y consistía en que McElhenney debía de aprender a hablar galés y si lo lograba Reynolds debía de someterse a una colonoscopia y grabarla.
Por fortuna para Rob, y también para Ryan, el protagonista de "Deadpool" perdió la apuesta, lo que significó una visita al hospital: "Parte de tener esta edad es hacerse una colonoscopia. Un paso simple que podría, y quiero decir, literalmente, salvarle la vida", dijo el actor en un video que compartió en sus redes sociales.
Esto fue algo que el propio Reynolds vivió en carne propia, pues durante su examen le fue detectado un pólipo, por lo que el doctor decidió someterlo a una intervención quirúrgica para extraerlo: "Esto fue potencialmente un salvavidas para ti. No estoy bromeando, estás interrumpiendo la historia natural de una enfermedad, de un proceso que podría haber terminado convirtiéndose en cáncer y causando todo tipo de problemas".
Y es que, aunque en su mayoría los pólipos solo son acumulaciones de células que no producen mayores molestias, algunos de ellos suelen desarrollarse al grado de convertirse en tumores cancerosos, es por ello que tanto Ryan como el especialista consideran que perder este pequeño reto fue, en realidad, lo mejor que pudo pasarle.Al final, ambos actores, decidieron sumarse a la Colorectal Cancer Alliance e iniciaron la campaña "Lead From Behind" (liderar desde atrás) para crear conciencia sobre el cáncer de colon y tomar medidas para prevenirlo: "He estado mucho frente a la cámara. Pero esta fue la primera vez que me metieron una en el trasero. El procedimiento fue indoloro, pero filmar y compartir el proceso fue la parte más difícil. Rob y yo lo hicimos porque queremos que este procedimiento que puede salvar vidas sea menos misterioso y estigmatizado", finalizó.