La cifra es el doble del costo que tenían los mismos productos en el mismo mes pero del año 2021.
La inflación no ha logrado ceder pese a todos los esfuerzos de política pública y monetaria. En México, el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) difundió el dato de inflación interanual para agosto: se ubicó en 8.7%, sumando 21 meses al hilo siguiendo una tendencia al alza.
Uno de los rubros que más ha presionado al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) es el de los alimentos, tanto los agropecuarios como los procesados en el sector agroindustrial, que son los componentes principales de la canasta básica alimentaria. Este agosto del 2022, se registró un incremento de 14% en el costo de esta cesta mínima de comida, de acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social). El nivel de encarecimiento fue el mismo para zonas rurales y zonas urbanas. Actualmente, se necesitan 2,086 pesos mensuales por persona para cubrir las necesidades básicas alimentarias en un barrio urbano. Y 1,600 pesos cada mes en una colonia rural. (Hace un año se necesitaban 1,829 y 1,399 respectivamente).
Inflación. Con estos valores monetarios que calcula el Coneval, se observa que una familia de tres personas que vive en una ciudad necesitaría alrededor de 6,258 pesos por mes sólo para comer. La misma cantidad de integrantes en un hogar en una zona rural tendría que ingresar al menos 4,800 pesos mensuales para poder alimentarse. Estas presiones han encendido alertas sobre el impacto que ya ejerce la ola inflacionaria sobre la seguridad alimentaria en las familias mexicanas, especialmente las más pobres, que son las que más porcentaje de su ingreso total destinan a esta necesidad básica: comer. Aunque a escala global, los precios de los alimentos se han logrado estabilizar, de acuerdo con el nivel de precios elaborado por la FAO. En México todavía está presente la incertidumbre sobre sí los niveles de inflación ya llegaron a sus puntos máximos. En Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea ya se han hilado algunas quincenas con desaceleraciones en el nivel de inflación. Por su parte, el valor monetario de la cesta mínima para vivir (que integra, además de la comida, otros bienes y servicios necesarios) anotó un encarecimiento de 10% este agosto en comparación con el mismo mes de hace un año. Esta canasta ampliada integra otros bienes y servicios relacionados con necesidades básicas más allá de la alimentación, como la vivienda, agua, luz, gas, transporte, productos de salud y cuidado personal y educación. Según las cifras del Coneval, en las zonas urbanas son necesarios 4,158 pesos mensuales por persona para costear esta cesta mínima. En las zonas rurales se requieren 2,971 pesos por mes. (En agosto del año pasado los montos eran de 3,776 y 2,674 pesos respectivamente).
Los 21 meses con tendencia al alza en cuanto al incremento de la inflación pusieron a la canasta básica en un costo al doble en comparación con el mes de agosto del año anterior.