Dios no creó a la humanidad para el pecado, sino, para el amor, no creó a las personas para vivir fuera de su casa.
Feligreses acudieron a la misa dominical a escuchar las palabras emitidas por el Vicario Juan Francisco en la parroquia Santiago Apóstol de Monclova.
El Vicario manifestó que el nombre de Dios es misericordia ya que él no solo perdona, si no que se alegra al hacerlo, pues quien estaba muerto ha vuelto a la vida y la sociedad puede atreverse a experimentar junto con el señor la alegría de la reconciliación.
Dios no creó a la humanidad para el pecado, sino, para el amor, no creó a las personas para vivir fuera de su casa, sino, dentro de ella como sus hijos y hermanos. Esto es lo que trataba de hacerles ver Jesús a los pecadores y parírseos, ya que Dios ama y busca a todos para que estén con él, pero su misericordia requiere de la respuesta de las personas y de la capacidad de decisión sin transgredir la libertad, es decir, invita a renunciar a la esclavitud, idolatría y todo aquello que aleja del señor, con el objetivo de solo contemplarlo a él con un amor infinito.
No importa cuan alejado se esté de Dios solo hace falta atreverse a regresar, ya que él abre sus brazos sin importar cuántas veces se haya intentado y fracasado, él siempre esperará, solo basta tener fe para aceptar que él es quien rescatará.