El ataque ocurrió en una zona rural ubicada a más de dos horas de camino de Neiva
Un ataque con explosivos contra una patrulla de policía que se movilizaba por una zona rural del suroeste de Colombia dejó este viernes ocho uniformados muertos, informó el presidente Gustavo Petro.
"Rechazo contundentemente el ataque con explosivos donde murieron 8 policías en San Luis, Huila. Solidaridad con sus familias", escribió en su cuenta de Twitter el mandatario.
El ataque ocurrió en una zona rural ubicada a más de dos horas de camino de Neiva, la ciudad más grande del departamento de Huila.
"Fue un atentado contra una patrulla policial (...) al parecer fue con explosivos y los ultimaron con disparos por arma de fuego", dijo a la AFP una portavoz de la policía de esa región.
Las autoridades no han dado información sobre los responsables del hecho. Según la policía, al momento de la detonación los uniformados regresaban a su puesto en San Luis luego de participar en una actividad oficial en Neiva.
Rebeldes disidentes del pacto de paz que desarmó a la guerrilla de las FARC en 2017 hacen presencia en la región, según una alerta publicada en julio por la estatal Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos.
Se trata de la agresión más grave contra la fuerza pública desde la llegada al poder de Petro, quien se posesionó a comienzos de agosto y ha planteado una política de "paz total" para desactivar el conflicto armado de casi seis décadas.
Petro en busca del diálogos de paz
El primer presidente de izquierda en la historia de Colombia avanza en la reactivación de los diálogos de paz con la guerrilla del ELN, interrumpidos en 2019 tras un ataque contra una escuela de policía que dejó 22 muertos además del agresor.
También ha propuesto un cese al fuego "multilateral" con las disidencias de las FARC y los grupos armados del narcotráfico.
Tanto el mayor grupo de disidentes como bandas de narcos agrupadas en torno al poderoso Clan del Golfo se han mostrado abiertos a participar en el cese, sin llegar de momento a un acuerdo con el gobierno.
"Estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total. He pedido a las autoridades desplazarse al territorio para asumir la investigación", enfatizó el mandatario.
El representante especial del secretario general de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz, también condenó el ataque y llamó a "seguir insistiendo en los esfuerzos alrededor de la paz".
Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, llamó a las fuerzas armadas a "responder con contundencia a este ataque a la paz".
En vísperas del cambio de gobierno, el Clan del Golfo, la banda más poderosa del narco en Colombia, asesinó a cuentagotas a una veintena de uniformados en varios puntos del norte del país.
Según el gobierno saliente, el Clan buscaba posicionarse de cara a una posible negociación de paz con Petro.
Tras asumir la presidencia, el izquierdista planteó suspender las extradiciones a Estados Unidos de narcotraficantes que abandonen su actividad y presentó al congreso un proyecto de ley que extiende las facultades del gobierno para negociar con grupos armados.
También dio la orden de cesar los bombardeos contra campamentos guerrilleros con menores, una práctica autorizada durante el gobierno de su antecesor, Iván Duque, quien abatió de esta forma a varios mandos de las disidencias y el ELN.
A pesar de estos anuncios, el país sigue envuelto en una escalada violenta con grupos armados que se disputan a sangre y fuego las rentas del narcotráfico y la minería ilegal en varias zonas del país.