Subirse a lo más alto del podio y cantar el himno nacional para enorgullecer a México no es tan rentable como ser un deportista influencer. Para obtener buenos patrocinios y recursos económicos, a los atletas de alto rendimiento les sirve más sumar followers que colgarse medallas en el pecho, reconocen especialistas en el tema.
¿Los seguidores en redes sociales “matan” preseas? En el mundo del deportivo parece que sí. Un atleta de alto rendimiento aspira a ganar 75 mil pesos mensuales de una beca de Conade, en caso de que suba a lo más alto del podio en unos Juegos Olímpicos. Podrá captar patrocinios, pero necesitará una base numerosa de fieles virtuales en sus cuentas, de lo contrario, las marcas no se interesarán en el o la deportista.
De acuerdo a tabuladores compartidos por una agencia de influencer marketing, un atleta podría obtener por un patrocinador de 5 mil hasta 50 mil pesos por un único posteo en Instagram si tiene desde 100 mil seguidores hasta un millón o más.
Es decir, con un par de publicaciones podría ganar más dinero que si conquista el oro en la máxima justa deportiva de la humanidad.
“Esas cifras son en promedio, porque todo depende de la negociación y de los acuerdos a los que lleguen. No hay un solo precio o tarifa a rajatabla, sino que va variando de acuerdo al número se seguidores que tengan y lo que pueda negociar su manager. Ya personajes como Yuya o Berth Oh, llegan a cobrar en dólares, pero tienen millones de seguidores”, matiza una fuente allegada a la contratación de influencers para campañas comerciales y deportivas. Especialistas en marketing proponen que las marcas debieran hacer énfasis en la trayectoria del atleta en cuestión y no sólo en los followers.
“Los apoyos a los atletas amateurs tendrían que estar dados en la proyección que tienen en sus resultados.