La falta de refuerzos de renombre e incorporaciones tardías como se acostumbraba en anteriores gestiones también han afectado.
La afición de Cruz Azul le ha dado la espalda a su equipo. Ese apoyo incondicional de los celestes, con el que siempre habían sido identificados, ha disminuido notablemente en esta Apertura 2022. Las imágenes de un Estadio Azteca desolado, con baja asistencia, grandes espacios llenos de soledad y hasta protestas en las gradas, con todo y abucheos a algunos jugadores en específico, han sido las más recurrentes en las últimas semanas. Solo los más fieles se han dado cita al sur de la capital, ya sea para mostrar su lealtad al equipo de sus amores o para manifestarse en contra.
El seguidor cementero está molesto y diversas son las causas de ello. Malas decisiones a nivel directivo es de lo que más se han quejado. La falta de refuerzos de renombre e incorporaciones tardías, como se acostumbraba en anteriores gestiones también han afectado.
Las salidas de jugadores referentes en defensa y ataque como Pablo Aguilar y Santiago Giménez, que otros futbolistas como Rafael Baca y Julio César Domínguez sigan como titulares, un mal funcionamiento en el terreno de juego con el anterior director técnico Diego Aguirre, que dejaron una pobre cosecha de siete puntos como local de 18 posibles con rivales que parecían accesibles y hasta un alto costo en el boletaje, han hecho que la afición se aleje y los números son bastante claros.