El sinaloense sólo se embriagaba en películas, por lo que sus movimientos y expresiones las copió de otras personas, como su papá.
Fue rara la ocasión que se vio a Pedro Infante tomar alcohol, inclusive, se pensaba que se debía a problemas de salud, no obstante, el verdadero motivo habría sido más profundo, pues se relacionaba con las carencias que vivió.
Pedro Infante fue uno de los únicos artistas durante la Época de Oro que no tomaba bebidas alcohólicas durante los eventos sociales, tampoco lo hacía con sus amigos ni familiares, algo que era extraño para entonces. Esto causó que en algunas ocasiones se relacionara su comportamiento con supuestos problemas de salud que no le permitían tomar o por su pasión por el deporte.
Otro de los motivos por los que esto resultaba raro para el público fue porque el sinaloense usualmente se relacionaba con otros artistas que de vez en cuando sí se entregaban al alcohol, tal como lo fue José Alfredo Jiménez.
El Ídolo de Guamúchil nunca desmintió los rumores del porqué no tomaba, por lo que fue uno de sus amigos más cercanos quien se ocupó de aclarar el actuar del cantante.
Miguel Lara, conocido por ser muy cercano al intérprete de Cien años y siempre buscar la forma de compartir anécdotas que vivió con Infante, durante una entrevista comentó que a su amigo no le gustaba tomar alcohol debido a su familia y las ocasiones en que vio cómo el dinero que a diario reunía su padre, se perdía entre botellas.
Y es que el Ídolo del Pueblo creció en una numerosa familia, la cual sufrió de precariedades pese a que sus dos padres siempre se esforzaban por buscar la mejor forma de subsistir, inclusive, Pedro tuvo que dejar sus estudios para poder ayudar a la economía de su casa, trabajando desde niño.
Su padre, Don Delfino, era músico y pertenecía a una orquesta que tenía cierto reconocimiento en Sinaloa. Usualmente tocaban en centros nocturnos y algunos eventos, por lo que tenía una ganancia diaria. No obstante, la mayoría de las veces gastaba todo el mismo día.
Según Miguel Lara, Pedro le contó que Don Delfino normalmente tocaba en fiestas, lo que derivaba en que tomara mientras trabajaba. Después, se iba a tomar con sus amigos después de su jornada. A veces era algo sólo de un rato, pero había ocasiones en que era una situación que duraba toda la noche.
Es por ello que regresaba con poco dinero a su casa y Cuquita Cruz, mamá de Infante, tenía que conseguir dinero por su cuenta para poder darle de comer a sus hijos. El actor normalmente la ayudaba, pues veía el cansancio de su madre con cada actividad que tenía que hacer, además de dedicarse a él y sus hermanos.
Al crecer viendo esto casi a diario, el protagonista de Pepe El Toro se negó a embriagarse, a menos de que se tratara de ocasiones muy especiales.
Algunos otros artistas cercanos al sinaloense mencionaban que su aversión al alcohol más bien era porque a él siempre le apasionó hacer ejercicio y mantener su cuerpo sano. Y es que, según recordaban sus dos esposas, Irma Dorantes y María Luisa León, Pedro todas las mañanas, sin falta, salía a correr a las 5:00 horas.
Después, regresaba a su casa y se dedicaba a hacer ejercicio ahí. En otras ocasiones, según plasmó León en su libro, el cantante tomaba su bicicleta y paseaba con ella por varias horas, hasta regresar a su casa completamente cansado.
Supuestamente, una de las únicas veces que el protagonista de Escuela de vagabundos tomó en un evento fue cuando perdió una nominación a un premio Ariel. Ese día habría querido subir los ánimos de todos pidieron una ronda de bebidas y sumándose al festejo de otros.