Con Carlos Henrique Casemiro en el palco como testigo, el Manchester United encontró su mejor versión, enterró su racha negativa en el clásico inglés y se exhibió ante el Liverpool que solo inquietó al final y que languidece ya en la clasificación de la Premier.
La llegada a Old Trafford del excentrocampista del Real Madrid es un aliciente nuevo para la afición de Manchester, una ilusión para un público que no ha visto más que malas noticias para su equipo en los últimos tiempos y que necesita motivación. Dio suerte al conjunto del holandés Erik Ten Hag que realizó su mejor partido de la época reciente.
En la banca. Lo hizo sin Cristiano Ronaldo, suplente y solo presente en desde el minuto 85, cuando el partido se reabrió con el gol de Mohamed Salah y el Liverpool arrinconó al Manchester, insospechado colista de la clasificación después de las sonrojantes derrotas ante el Brighton y el Brentfor.
En el momento oportuno, el United aprovechó la visita de su máximo rival para despegar y trasladar las dudas a su adversario. Llevaba ocho partidos sin perder ante el Manchester United el Liverpool. Cinco victorias y tres empates resumían el cara a cara reciente entre ambos. Salía sonrojado el cuadro de Old Trafford cada vez que se medía a los reds, intratables. Pero el United acabó con la racha a lo grande, con una gran motivación que parecía ocultado.