Según la Fiscalía, por este crimen han sido capturadas diez personas
Bogotá.- La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una orden de búsqueda y captura contra el coronel de la Policía colombiana Benjamín Núñez, implicado en el asesinato de tres jóvenes el pasado 25 de julio en el departamento caribeño de Sucre, informó este lunes la Fiscalía.
Según la Fiscalía, por este crimen han sido capturadas diez personas y "resta por concretarse la captura del coronel de la Policía Nacional Benjamín Núñez, contra quien fue expedida una circular roja (localización y captura) de la Interpol".
La Fiscalía no informó si los capturados son otros miembros de la Policía implicados en el homicidio de los jóvenes Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibáñez y José Carlos Arévalo, detenidos en la localidad de Chochó (Sucre) y asesinados luego a sangre fría cuando estaban en estado de indefensión.
El coronel Núñez, quien era comandante operativo de la Policía de Sucre, fue denunciado por subalternos suyos como la persona que supuestamente disparó contra los tres jóvenes, de quienes luego los uniformados dijeron que eran miembros de la banda criminal Clan del Golfo.
El alto oficial, quien fue destituido del cargo, al parecer salió del país por Panamá y luego se dirigió a México aprovechando que cuando dejó Colombia no tenía orden de captura.
En relación con este caso, el pasado 4 de agosto el comandante del Departamento de Policía de Sucre, coronel Carlos Andrés Correa Rodríguez, fue relevado del cargo y otros ocho policías, incluida una mujer, también fueron separados de sus cargos.
Los tres jóvenes fueron detenidos el 25 de julio en un retén de la Policía en Chochó y horas después fueron llevados, ya muertos, por los mismos policías a un hospital de Sincelejo, capital de Sucre.
La Policía, según medios locales, los detuvo en las redadas en las que se buscaba capturar a los asesinos del patrullero Diego Felipe Ruiz Rincón, crimen atribuido al Clan del Golfo.
Los familiares de los tres jóvenes han denunciado que los muchachos no pertenecían a ningún grupo armado y que se trata de un "falso positivo" policial.
En Colombia se conoce como "falsos positivos" la ejecución de civiles cometidas en la primera década de este siglo por militares que luego presentaban a las víctimas como guerrilleros muertos en combate para obtener ascensos y permisos por sus resultados en el conflicto armado.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) considera que las víctimas de los llamados "falsos positivos" ascienden a 6.402. EFE