Realizan pocos patrullajes en el sector.
Pese a la mala fama por estar catalogada como una colonia conflictiva, los vecinos de la colonia Colinas de Santiago de Monclova día a día trabajan para tener una mejor calidad de vida, pero su tranquilidad se ve afectada por cuestiones de inseguridad, debido a que el sector cuenta con un gran número de pandilleros y drogadictos.
Los vecinos dijeron que se encuentran desesperados debido a que constantemente los drogadictos ingresan a las casas y roban todo lo que pueden, hecho que ha sido de conocimiento de las autoridades, sin embargo, aunque los policías brinden patrullajes de seguridad y vigilancia, los malvivientes no se inhiben.
“Están los pandilleros que se juntan en la cancha de fútbol, esos no dejan jugar muchas veces a los niños, incluso robaron parte de la barda que es de malla ciclónica” dijo Carlos de 36 años de edad.
El hombre cuenta que en la calle Providencia de Coahuila, frente al campo de fútbol “El Tachi”, donde vive, le ha tocado presenciar de todo: riñas, gente lesionada por las peleas, robos, daños a vehículos y algunos domicilios todos cometidos por pandilleros paracaidistas de la colonia. Pero también dice que es mejor ver y callar si no se los echa “encima”.
María Concepción de 42 años, es otra vecina que indicó que también están los malvivientes que se dedican nada más a estar en los patios de una casa tomando todo el día y ni siquiera trabajan, aseguró.
“Pero los peores son los que se drogan hijo, ya que esos se metan a las casas mientras uno duerme para robar cualquier cosa para venderla y comprar su mugrero a mí me han robado tres veces” señaló la señora María. Una comerciante de nombre Perla de 30 años señala que la policía casi nunca llega a tiempo cuando se le requiere: “Quisiera que hubiera más vigilancia por parte de la policía, porque por aquí sólo están un ratito y luego se van y cuando se les llama siempre llegan tarde”. Para finalizar los vecinos que se armaron de valor para realizar la denuncia pública dijeron que esperan que todo mejore y la policía los apoye con mayor presencia, ya que la mayoría son gente trabajadora que todos los días sale para conseguir el pan de cada día, pero al menos uno de ellos al regresar se encuentra con la sorpresa que su casa fue robada.