Smalling, exjugador del Manchester United, le dio la victoria a la Loba
Mourinho conquistó ante el recién ascendido Cremonese una victoria sufrida, la segunda en dos jornadas, que fue la única buena noticia de las últimas 24 horas. El técnico, que perderá a Wijnaldum durante varios meses por una fractura en su tibia, también teme por las condiciones de Zaniolo, que abandonó el partido al final de la primera parte por una lesión en el hombro.
El estreno del Roma en casa ante su público fue más complicado de lo esperado ante un valiente Cremonese que con una presión individual en un bloque alto complicó en algunos tramos la salida de balón local.
Mourinho, en el 45′, tuvo que renunciar al que estaba siendo su mejor hombre. Zaniolo cayó mal tras una estirada de Lochoshvili y salió del verde en camilla, sustituido por El Shaarawy. Para el italiano se teme una dislocación del hombro.
El Cremonese volvió a avisar en el arranque de la reanudación, cuando Dessers golpeó el larguero con un precioso remate tras un pase largo de Radu.
Por momentos, el partido se convirtió en un ida y vuelta constante en el que no existía el centro del campo y que benefició a los pupilos de Mou, peligrosísimos con espacio y al contragolpe, partiendo sin problemas el equipo en dos, mostrando además mucha madurez defensiva con un Cristante que volvió a hacer las veces de sostén en la medular y una zaga solvente que evitó toda internada rival, dejando al Cremonese sin ocasiones durante el primer acto.
No fue capaz el Roma de domar al Cremonese, que se creció y lo intentó hasta el final sin éxito en unos últimos minutos más que agitados mientras Mourinho se desgañitaba desde el banquillo, ordenando a los suyos y viendo cómo su equipo no era capaz de sentenciar el encuentro.