El estar cerca de una región como la carbonífera nos donde el trabajo principal ha sido la extracción de carbón desde las profundas minas, nos ha dejado también un "montón" de desgracias con colapsos que terminan por sepultar la vida de cientos de mineros que quedan atrapados en las entrañas de esos pozos carboneros.
La mina el Pinabete de la Villla de Aguijita Municipio de Sabinas no fue la excepción y a 17 días de que el pozo terminara colapsado de agua, siguen atrapados diez mineros. Sus familias desde el exterior de la mina piden el rescate y mantienen la esperanza de que estén con bien y puedan darse el milagro de que sean sacados con vida.
El Tiempo corre y cada segundo es cruel para todas y cada una de las familias de estos mineros. La horas y los días van sepultando la esperanza en ellos, pero con cada labor de rescate y cada estrategia aplicada se enciende nuevamente la ilusión de que puedan estar con vida. Se valen de cualquier hipótesis para pensar positivamente y creer que todo puede salir bien y que pronto pueden abrazar a sus familiares una vez que hayan sido sacados con vida de una mina que quedará registrada entre las tragedias de aquella región de extracción de carbón.
Pero vayamos a la realidad, los trabajos de rescate se realizaron ya muy tarde y el paso de los días fue significativo, pero siempre se tuvo en el entendido de que las condiciones nunca fueron aptas para bajar al fondo y comenzar la búsqueda.
Una semana después llegaron buzos expertos para este tipo de rescate y con ellos la llegada de un dron subacuático que pudo dar imágenes del interior de la mina y ver las condiciones que obstruyen el paso a los espacios donde pueden estar atrapados los cuerpos de los trabajadores de la mina que desgraciadamente les tocó esta tragedia. El hecho es que la mayoría (por no decir todos), coincidieron en que las acciones especiales llegaron demasiado tarde y que todos lo que está haciendo ahora debieron hacerlo desde un principio, pero y creo que en esto estamos todos completamente de acuerdo.
Otro de los puntos en contra que tuvo el trabajo de rescate fue la lluvia que cayó en días pasados para volver a llenar el pozo de carbón que con mucho esfuerzo lograron drenar el agua con más de 19 bomba, que de nada sirvió el trabajo diario de 24/7 y hasta ahí todo volvía a comenzar de nuevo y parecía que una semana fue echada a la basura.
Posteriormente se les ocurrió la idea de inyecta cemento a la mina para evitar mayores filtraciones y aunque muchos comentaron que sería el principio de fin, en el sentido de que podría complicar más la búsqueda, los expertos señalaron que la estrategia era la adecuada, pero seguían sin dar buenas noticias y la paciencia ha comenzado a agotarse entre los familiares que no se han rendido y siguen en su campamento esperando buenas noticias.
Hoy son 17 días y las cosas se complican más, aún no han podido determinar por donde entra el agua a esta mina, los trabajos han sido inútiles porque el agua simplemente no se agota y ha dificultado mucho más la búsqueda.
Nadie lo ha querido decir, pero el rescate sería unicamente de los cuerpo de estos mineros, difícilmente pueden ser encontrados con vida, el tiempo que ha pasado y las condiciones no son las más adecuadas para encontrar a personas con vida en un agujero lleno de agua.
La historia "pinta" para que sea la misma de otras desgracias que hemos visto a lo largo de la historia en esta región del carbón, al paso de los días de intensa búsqueda, simplemente cierran la mina, dan las condolencias a la familia y se retiran del lugar, eso nos lo ha dicho otros casos como el de Pasta de Conchos con 65 mineros y otros más que terminan con el mismo final.