El exceso de consumo de sal puede provocar efectos nocivos para la salud, entre ellos, hipertensión, que, según la Organización Mundial para la Salud.
Los síntomas principales son las migrañas frecuentes, dificultad para ver, vómito, cansancio, náuseas y hasta ansiedad, puntualiza la OMS, que sugiere medir la tensión de manera recurrente.
“La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo”, denominándose presión arterial alta o hipertensión, cuando esta es elevada, declara la OMS.
La Organización Mundial de la Salud recomienda a la población general no superar los 5 gramos de sal al día (unos 2 gramos de sodio), mientras que la Asociación Americana del Corazón aconseja a las personas hipertensas o con otras enfermedades no pasar de los 3-4 gramos diarios. Es conveniente que la sal de mesa sea yodada, con el fin de tener cubiertas las necesidades de yodo y, de esta manera, facilitar la síntesis de hormonas tiroideas.
SUSTITUTOS
La clave está en un consumo moderado, aunque resulta difícil renunciar al sabor que proporciona la sal. Los expertos en nutrición nos dan las claves para acostumbrar al paladar.
Zumo de limón
El zumo de limón y otros cítricos, como la lima o la naranja, son especialmente adecuados para aderezar ciertos platos, entre los que cabe resaltar las ensaladas. Para muchas personas, el jugo de limón también es un excelente condimento de los pescados.
La cebolla
Este alimento tiene un uso culinario y medicinal gracias a sus propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, antimicrobianas, que protege el corazón de enfermedades que lo pueden perjudicar.
El ajo
Al igual que la cebolla, este alimento es versátil porque es utilizado en la cocina y para remedios naturales caseros, que combaten, por ejemplo, la gripe. Sin embargo, también puede sustituir la sal porque resalta las propiedades y sabores de algunos alimentos.
El ajo y la cebolla en polvo, que incluso se pueden triturar y elaborar de forma casera, constituyen otro comodín para reducir el contenido de sal de los platos a la mínima expresión.
Especias y hierbas aromáticas
Pimienta, orégano, cilantro, tomillo, perejil, comino, curry… combinadas de forma adecuada con los alimentos con los que mejor encajan, pueden potenciar o modificar los sabores. “Son las opciones más indicadas para aportar sabor a las comidas sin necesidad de añadir sal”, confirma la portavoz del Codinucat.