Los vendedores tuvieron muchas perdidas ya que el agua arrastro muchos de sus artículos
La zona trasera de la Feria Nacional Potosina (Fenapo) luce un panorama desolador, un rostro muy distinto al que refleja el nuevo acceso a la Feria con fuente e iluminación escénica; restos de cientos de cajas de cartón, ropa aún mojada por doquier, cobertores y cobijas tendidos en los techos, además de cestos llenos de lodo, es solo un poco de los estragos que la tromba que se registró el martes por la noche dejó a su paso.
Erika Antonio, originaria del Estado de México, acude desde hace más de una década junto con toda su familia a vender ropa en la Fenapo, cada año paga su lugar en la zona de los "gritones", y aunque en otros años también se han registrado las lluvias de temporada, jamás habían vivido un desastre como el que se suscitó el martes y que hoy los ha dejado con incalculables perdidas.