Si una cosa caracteriza a nuestro país de México, es el ataque y la violencia que sufren lo periodistas, Es uno de las profesiones y oficios que representan un alto grado de riesgo y al mismo tiempo es el menos protegido por las autoridades, Hoy en día a nadie le importa el oficio y mucho menos se respeta el cuatro poder, pero ¡Vamos! si no lo respetan nuestras autoridades menos lo van a hacer los demás y ni hablemos de la delincuencia organizada.
México ya contaba con la increíble cantidad de 13 periodistas muertos en lo que iba de este 2022 y para colmo se vinieron cuatro muertes más con los ataques que se dieron en Chihuahua donde los 4 periodistas transmitían los ataquen contra civiles por parte del crimen organizado que terminó por acabar con las vidas de quienes informaban en ese momento.
La propia Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), exigió al Presidente Andrés Manuel López Obrador medidas urgentes contra la violencia que viven los periodistas en México, enfatizaron de manera muy clara el destacar que se debe reducir la violencia contra medios de comunicación.
Y es que consideraron que ya es hora de que el gobierno establezca de manera urgente medidas concretas que ayuden a reducir estos índices de violencia y que al mismo tiempo garantice la protección a periodistas.
Lo cierto es que no se le puede pedir peras al almo, si alguien se la ha pasado atacando a la prensa en el país, ese ha ido López Obrador, ha tomado mucho partido en este sentido y solo a los que considera que están con él, los mantiene cerca y al resto no los baja de prensa "chayotera" o prensa "conservadora", que también debería contar como agresión verbal contra los medios de comunicación.
Aquí es cuando destacamos la falta de respeto hacía la prensa, si no la respeta el propio mandatario nacional qué podemos esperar de los demás. Será una situación que nadie va a poder cambiar, e incluso basta recordar que en ningún de los asesinatos contra periodistas se ha dado con los responsables, curiosamente todo estos casos quedan impunes y solo querer ejercer un oficio que apasiona como es el de informar.
Lo más curioso de todo este asunto es que AMLO sigue empeñado en sus sueños "guajiros" creyendo que disminuirá la violencia del país con sus trilladas frases como la de "abrazos, no balazos". Quizá lo que no ha comprendido nuestro presidente es que los tipos de abrazos que da la delincuencia organizada son con armas de fuego y esos abrazos le han a arrebatado a vida a muchos inocentes.
Y si no que nos lo diga la gente de Michoacán, Baja California, Jalisco y Chihuahua, estados que en los últimos días han sufrido ataques de extrema violencia y que desafortunadamente hay más probabilidad de que sigan sucediendo a que se erradiquen por completo, esto ante la opacidad de un presidente que prefiere quedarse de brazos cruzados creyendo que con sus frases folkróricas va a persuadir a la prensa y los va a convencer de no realizar actos de violencia.
Lo extraño es que no quiere enfrentarlos para evitar violencia y a final de cuentas se pierden vidas de mexicanos en eventos violentos del crimen organizado que termina haciendo de las suyas en diferentes partes de país.
No sabemos hasta cuando el presidente de la nación abrirá los ojos, porque sigue viviendo en su mundo de caramelo y su atención está enfocada al cien por ciento en su campaña política, la cual inició desde que tomó el poder como Presidente de México, así como el delirio de persecución que ha señalado día a día al sentirse atacado por la prensa y por todos a los que ha llamado conservadores, eso ha sido más importante para AMLO que los graves problemas que enfrenta en país como el caso de la seguridad.