Las milanesas son un platillo popular y versátil, por lo que es de los más consumidos, pero, ¿qué pasa si lo comes todos los días?
Las milanesas son uno de los platillos más populares entre los mexicanos. En tacos, rellenas, acompañadas de ensalada, papas fritas o frijoles, son un alimento versátil, fácil de combinar, por lo que no resulta raro encontrarlo frecuentemente en el menú de las familias en casa y restaurantes. Pero, ¿qué pasaría si a diario comieras milanesas? Aquí te lo decimos.
En México las milanesas “se basan en una preparación elaborada con un bistec de carne de res o pollo, en ocasiones también de cerdo, empanizado y frito. Se trata de una de las formas más populares de preparar bisteces en el país”, define el diccionario gastronómico Larousse Cocina. Eso significa que su consumo puede llegar a ser más recurrente de lo pensado.
La popularidad de las milanesas
Medios de comunicación argentinos, lugar en donde se popularizaron las milanesas, aseguran que el origen de este alimento surgió en Europa, específicamente en Italia. Aunque existe un debate sobre si fue en Viena, ciudad de donde proviene el schnitzel o escalope vienés, un plato muy parecido a la milanesa; o fue en Milán, ciudad donde se preparaba el escalope, comida muy popular con huevo y pan rallado.
Lo cierto es que fue en Argentina en donde se le bautizó con el nombre de milanesa, y el platillo comenzó a tomar fuerte popularidad en América Latina, llegando hasta México, país que adoptó a las milanesas como uno de los favoritos en la mesa.
En la actualidad, aunque es bien sabido que la milanesa consiste en un filete fino de carne roja empanizado y frito, la receta, como muchas otras, se ha ido actualizando, agregando otros ingredientes, eso sí, manteniendo la preparación de pasarlas por huevo batido y pan molido para luego freírlas. Es por ello que conserva el nombre de milanesas, pero ahora se prepara con pollo, pescado, berenjena o alguna otra verdura, queso, e incluso soya.
Además, así como se ha modificado la proteína principal, también se le han agregado otros ingredientes, como es el caso de la conocida milanesa napolitana, una preparación en la que se coloca sobre la carne una rebanada de jamón, queso mozzarella y salsa de tomate. O también está la conocida como milanesa a caballo: un platillo que consiste en un trozo de milanesa grande al que se le agregan 2 huevos fritos encima.
Los efectos de comer milanesa a diario
Ahora bien, habiendo tantos ingredientes, así como formas de preparación para este platillo, no resulta difícil que las milanesas sean parte del menú con mucha frecuencia, quizá más de la necesaria, lo que podría generar efectos negativos de llegarse a consumir diario.
Vale la pena aclarar que de acuerdo con especialistas en salud y nutrición, las milanesas pueden ser un alimento saludable dependiendo de cómo se preparen y cocinen.
Primero, hay que cuidar bien con qué tipo de proteína se preparan las milanesas, pues no es lo mismo el aporte nutricional de una carne roja que el de una carne blanca, un lácteo o un vegetal.
De la misma manera, es importante poner atención al tipo de guarnición o acompañamiento para este platillo, desde frijoles, huevo o papas fritas hasta verduras al vapor o ensalada.
Con las elecciones adecuadas podrás obtener unas milanesas más saludables. Sin embargo, el punto más importante de este platillo es el freírlo, por lo que, de consumirse a diario, resultaría dañino para la salud. La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que consumir de manera habitual alimentos fritos es un factor de riesgo, por lo que recomienda modificar el modo de cocción de las milanesas, teniendo opciones como cocinarlas al horno, ya que de esta manera el aporte de grasa será menor.
Aun así, lo mejor es variar tu dieta y consumir diversos platillos que aporten todos los nutrientes que necesita tu organismo. Aunque no está mal darte el gusto, de vez en cuando, de comer una rica milanesa.