La grada fue a verlo y llenó el recinto, pero no pudo ofrecerles los ansiados tres puntos.
La magia de Dani Alves no hizo ninguna diferencia en el Clásico Capitalino entre Pumas y América. El brasileño no aportó nada a la causa auriazul y se llevó la primera derrota en un clásico en México.
Alves hizo sombreritos, intentó túneles, buscó asociarse con sus compañeros, pero nada le salió al sudamericano, quien no daba crédito a la noche que tuvo en Ciudad Universitaria.
El brasileño, de 39 años, sumó su tercer juego en México, todos de local. La grada fue a verlo y llenó el recinto, pero no pudo ofrecerles los ansiados tres puntos.
Alves y Pumas perdieron el invicto en Liga MX, pero aún más, el orgullo llegó a los suelos con nueve goles recibidos en dos partidos.