Se trató de un festival masivo que resultó ser un caos inconmensurable
CIUDAD DE MÉXICO.- La palabra "Woodstock ’99" se comenzó a hacer popular en redes sociales los últimos días, sin embargo hubo quienes no pudieron identificar de qué se trataba. Probablemente aquellos que pertenecieron a la llamada generación MTV, que vivieron su juventud a finales del siglo XX, lo recuerdan bien como un desastre musical.
Se trató de un festival masivo que resultó ser un caos inconmensurable, dejando aproximadamente 12 tráileres, un autobús, cabinas y baños portátiles quemados. Seis personas lesionadas y un hombre que falleció días después por lo que fue diagnosticado como una "hipertermia, probablemente secundaria a un infarto por calor''.
El documental de Netflix "Fiasco total: Woodstock ’99" retrata lo sucedido en el evento que buscaba ser show del milenio y emular a lo que fue el festival original de Woodstock de 1969, que destacó por su lema de "paz, amor y música".
Con material audiovisual exclusivo esta producción de streaming muestra una visión detrás del escenario y de la organización del concierto al que asistieron 400 mil personas en tres días, del 22 al 25 de julio de 1999.
John Scher, el promotor de Metropolitan Entertainment, quien para la fecha había promovido conciertos de artistas como The Rolling Stones y The Who, hizo alianza con Michael Lang, el organizador original. Ambos explican por qué esta moderna apuesta, que parecía ser una promesa de marca musical, se convirtió en un infierno que enterró al festival en la mala reputación.
"Las bandas que John había contratado, al menos las más intensas, yo no las conocía, no tenía idea de quiénes eran", reconoce Lang en una parte del documental.
Lo peor no fueron los incendios, destrozos y disturbios, sino que tras este suceso comenzaron a surgir las denuncias por violación de varias mujeres, apoyadas en muchas ocasiones por testigos que afirmaron ver violaciones en la multitud de la presentación de bandas como Metallica y Limp Bizquit.
Jonathan Davis, vocalista de Korn cuenta cómo vivieron las bandas desde el camerino la furia de cientos de miles de personas congregadas en Upstate New York y cómo el tipo de música que se presentó incentivo los ánimos salvajes de los presentes.
El debate que se generó alrededor de este festival se aborda en este documental desde el punto de vista de los errores que los mismos involucrados aceptan, algo que los espectadores han aplaudido en redes sociales.
Pone especial énfasis en una visión feminista que señala las violaciones y expone las negligencias de los organizadores, quienes por ejemplo no permitieron que los asistentes entraran con ningún liquido incluyendo agua, después subieron el precio de las bebidas y los alimentos hasta que no podían ser costeables por los asistentes y eligieron una pista de aterrizaje militar para llevar acabo el evento.