Hace una década que la música ranchera se quedó sin Chavela Vargas, una de sus más grandes exponentes. La mujer dedicada en cuerpo y alma a su pasión, nacida en Costa Rica, pero que se hizo mexicana por elección y cuyo legado es continuado por sus amigos y músicos Los Macorinos.
"Ella tenía una personalidad firme, su lado personal cotidiano también estaba involucrado en su profesión como cantante, ella era muy responsable. En casi diez años no fallamos ni a medio recital, eso demarca que había una contracción al estudio, al trabajo, a la profesión, irrenunciable", dice Juan Carlos Allende de Los Macorinos en una entrevista con Efe.