Los especialistas de diversos bancos y calificadoras considerán inminente la recesión y detallan el efecto negativo que se reflejará en México.
La economía de Estados Unidos acumuló dos trimestres con caídas, lo que generó un gran debate entre analistas y funcionarios, sobre si el país está en recesión o no.
Recesión. Para algunos expertos, dos trimestres con caídas son suficiente para determinar que ese país está en recesión técnica, pero otros analistas, la Fed y el propio presidente estadounidense descartaron esto, ya que señalaron que hay otras variables que muestran fortaleza, como el empleo.
Habrá que esperar el análisis de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés), que es la encargada de determinar oficialmente los periodos recesivos. El Departamento de Comercio de ese país informó que el Producto Interno Bruto (PIB) cayó 0.9 por ciento en su comparación anualizada, durante el segundo trimestre, luego de una contracción de 1.6 por ciento en el primer cuarto. Janet Yellen, secretaria del Tesoro, señaló que la mayoría de economistas y estadounidenses considera una recesión cuando hay despidos masivos, cierres de empresas y un debilitamiento generalizado de la economía, lo que no está sucediendo actualmente.
Impacto en México. Jorge Gordillo de CiBanco indicó que, en caso de que Estados Unidos entre en recesión, uno de los principales afectados sería México, debido al estrecho lazo comercial que mantienen ambas naciones. “Nos veríamos afectados sobre todo en el sector externo, y sobre todo se afectaría la perspectiva de crecimiento económico”, comentó y estimó que en México no se habla aún de recesión porque aún hay varios sectores que podrían amortiguar el impacto. Alain Jaimes coincidió en que México se encuentra sujeto a la dinámica de la economía estadounidense, por lo que el impacto sería inevitable. “El impacto hacia México es innegable por el fuerte nexo comercial que nos une hacia Estados Unidos, además, prácticamente todos los estimados de crecimiento para México se encuentran sujetos a la dinámica de la economía estadounidense, y al tener una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad económica de EU”, dijo. Añadió que, para evitar estos efectos, es necesario que México fortalezca sus políticas públicas para recobrar la confianza de los inversionistas privados.