Este pequeño llegó al estadio de los Acereros de Monclova con una gorra del equipo "hechiza", con sus logos plasmados con plumón, así que un generoso aficionado al verle le compró una nueva y hasta una casaca.
Admirable el amor del chamaco por su equipo, pero también la empatía del adulto. Seguramente la organización se hará presente con cualquier cantidad de detalles para ambos.
vía: REVISTA STRIKEOUT