Declarado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha colocado a esta icónica mariposa en la lista roja por primera vez.
Una especie maravillosa y representante de México, este insecto hace migraciones de miles de kilómetros, ingresando de manera oficial a la lista de especies en peligro de extinción, declarado así el día 21 de julio por la UICN.
Año tras año los descensos en el número de monarcas eran cada vez más peligroso, desplomándose la población del este aproximadamente un 80% en los últimos veinte años y la población occidental casi un 99%.
“Es duro ver a las mariposas monarca y su extraordinaria migración al borde del colapso”, dijo la entomóloga de la UICN, Anna Walker, en un comunicado de prensa. “Pero hay señales para la esperanza”, agregó.
¿Se puede recuperar la mariposa monarca?
Recientemente se ha renovado la fe en la recuperación de esta especie, pues los datos de este 2022 han presentado evidencia del aumento poblacional de la mariposa, la Monarca en México ocupaba un 35% más de espacio que el año anterior y se contabilizaron aproximadamente 250 000 mariposas en la mariposa monarca de las costas de California, siendo 100 veces más que el año pasado.
Sin embargo, estos números no son evidencias de que el problema se esté resolviendo solo, es común la fluctuación poblacional en los insectos, pero esto es evidencia de su gran potencial de recuperación.
¿Cuáles son las causas de su peligro de extinción?
- La deforestación de su hábitat es una de las principales razones, reduciendo hasta un 72% en los últimos diez años.
- Los pesticidas agrícolas han jugado un papel principal en la disminución de la especie, pues de afecta a las plantas de algodoncillo, de las que dependen las monarcas,
- El cambio climático, conllevando grandes riesgos para las monarcas, pues sus rutas de migración, hábitos de hibernación y éxito reproductivo dependen del clima que se presente en ese tiempo.
“Aunque es triste que necesiten esa ayuda, han llegado al punto en que se justifica esta designación”, dijo la entomóloga Karen Oberhauser al New York Times.
Recordemos que aún no es su sentencia de muerte, es una alarma de acción, para hacer algo y evitar la desaparición de la especie.