Con un salto de 2.19 metros el mexicano Edgar Rivera finalizó su participación en el mundial.
El mexicano Edgar Rivera finalizó en la posición número 13 en el salto de altura del Campeonato Mundial de Atletismo al registrar 2.19 metros. Pese al esfuerzo, el sonorense quedó lejos de las marcas de las medallas, sin embargo, queda la experiencia de haber clasificado a la final en la justa disputada en Oregón.
El oro se lo llevó el qatarí Mutaz Barshim al saltar 2.37 metros, mientras que la plata y el bronce fueron para el coreano Sanghyeok Woo y el ucraniano Andriy Protsenko con registros de 2.35 y 2.33, respectivamente.
A sus 31 años, Rivera buscaba igualar el cuarto lugar que consiguió en el Campeonato Mundial de Londres 2017 cuando logró saltar 2.29. La historia de este lunes fue distinta y el mexicano tuvo problemas para superar los 2.24 metros, con lo cual se quedó sin oportunidad de seguir en la pelea.
Muy pronto la competencia se centró en los saltos del qatarí Mutaz Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi, quienes compartieron la medalla de oro durante los últimos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Este lunes en el Hayward Field, sin embargo, no hubo épica compartida. A la ecuación se sumaron el coreano Sanghyeok Woo y el ucraniano Andriy Protsenko, quienes fueron los únicos capaces de seguirle el paso a Barshim. A pesar de que Tamberi buscó superar la barrera de los 2.33 metros, falló en cada uno de sus intentos, situación que lo dejó fuera del podio, ante la pena de una tribuna que lo alentaba a cada momento.
Con el bronce en manos del ucraniano Protsenko, el único que fue capaz de darle batalla a Barshim fue el coreano Woo, quien buscó en su último salto una altura de 2.39 para desbancar al líder, sin embargo se quedó corto. El qatarí logró sin problemas los 2.37 metros para firmar una noche redonda en la que su único salto fallido fue cuando intentó los 2.42 metros para imponer el récord, pero ya todo estaba definido.
La más veloz del mundo. Sentados en la parte más alta de las gradas del Heyward Stadium, el esposo y el pequeño hijo de Shelly-Ann Fraser Pryce observaban cómo la corredora lograba su quinto oro mundial consecutivo en los 100 metros planos. Lo que para todo el mundo era la consagración de la mejor atleta en la historia de Jamaica. fueron horas de trabajo y esfuerzo de la mujer y la madre. A sus 35 años, la deportista de los cabellos pintados no sólo se conviritió en la más rápida del mundo al correr los 100 metros en 10.67 segundos, sino que también reivindicó una lucha que comenzó en el 2017, cuando dio a luz a su hijo Zyon y los prejuicios apuntaban a su descenso como velocista.. «Muchas veces la gente habla de mi edad o de ser madre, pero yo lo veo como parte del viaje en la vida. Y en lugar de pensar en ello como algo que me afectará negativamente, lo veo como una experiencia positiva. Mi marido y mi hijo estaban en las gradas. Pero no les gusta ser el centro de atención, así que se sientan en lo más alto para que nadie los vea» , dijo la conocida como “Pocket Rocket” apenas segundos después de sumar su quinta medalla de oro en la prueba reina del Campeonato Mundial.