Luego de que un camión de fieles católicos fue interceptado por un retén de la delincuencia organizada durante su regreso de la peregrinación a la Basílica de Guadalupe y, ante posibles incidentes de inseguridad como ocurrió en Chihuahua, Hilario González García, obispo de la Diócesis de Saltillo, consideró que podría implementarse un protocolo de seguridad para los sacerdotes.
Por ahora lo único que hacen es tener la precaución de avisar en dónde se encuentran y no andar a deshoras en calle, pero no se ha realizado un protocolo extraordinario. Ante posibles situaciones extremas de inseguridad la única medida que se considera como un protocolo es el diálogo o la reconciliación, pues consideró que son casos extraordinarios o incluso personas que van de paso.
Indicó que la señal de alerta ya está, y reconoció al sacerdote por dar la cara; sin embargo, aseguró que se debe redoblar la oración por la justicia, la reconciliación para lograr la paz en nuestro país y darnos cuenta que otras personas han sufrido y están sufriendo, y que todas las instituciones deben de contribuir a esto. Respecto a la posibilidad de que dejen de hacer más peregrinaciones, González García recalcó que la vida tiene que continuar, pero señaló que se tienen que tomar decisiones y éstas se ponen en manos de Dios.
“Cada parroquia organiza su viaje y luego se van a pasear. Ellos se fueron a pasear y había un retén, gracias a Dios no pasó nada malo, pero me uno a la reflexión que hacía el padre David: a eso fuimos, a pedir paz a la virgen y pedirle este ambiente de protección y de bondad… ".