HONDURAS, 16 jul
Un pago de 200 mil dólares a la pandilla Mara Salvatrucha (MS), desembolsado por un grupo de políticos de poder que buscan intimidar a futuros testigos en el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández, sería el móvil del asesinato del hijo del exmandatario Porfirio Lobo Sosa, informó la Policía Nacional mediante el documento “Magda II”, filtrado a diferentes medios de comunicación.
Más de 24 horas después de la masacre, se confirmó la identidad de tres personas, dos hombres y una mujer, fueron los primeros capturados por su participación en el asesinato múltiple en el que perdieron la vida cuatro personas, incluido Said Lobo, hijo del expresidente, Porfirio Lobo Sosa.
La MS recibió un primer desembolso de 50 mil dólares para la compra de armas y equipo y una vez realizada la masacre recibirían el resto del dinero. En el informe detalla que la muerte del hijo de “Pepe” Lobo es una amenaza contra políticos o cualquier persona que testifique en contra de JOH en su proceso en Nueva York.
También se acusa a un miembro de la Policía Nacional de haber movido intencionalmente la patrulla que está asignada al bulevar Morazán, para evitar que interviniera en las acciones.
En el documento de la Policía Nacional, detalló que el joven Luis Zelaya no era parte del objetivo, pero se interpuso porque pensó que los uniformados eran de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) y murió cerca de la camioneta.
Se informó además que un miembro activo de la Policía Nacional descargó 15 disparos contra los mareros en una rápida acción en la que terminó herido uno de los sicarios.
De igual forma, se conoció que los mareros habrían gastado 835 mil lempiras en la compra de armas, uniformes y equipo para ejecutar el “falso operativo”, sin embargo, por la muerte del compañero estarían exigiendo los 200 mil dólares.
Afirma que la MS fue prácticamente contratada para una sola misión “que nadie declare en contra el expresidente”.
Según el informe, los miembros de la MS se cambiaron de ropa y de vehículo mientras se trasladaban a la clínica. Una vez en el lugar se logró evidenciar las identidades de todos los que están pendientes de ser detenidos.