La captura de un narcotraficante más buscado por la DEA es un logro para Joe Biden
Fue en la misma semana que el presidente López Obrador viajó a los Estados Unidos para entrevistarse con su homólogo Joe Biden que Caro Quintero, un viejo enemigo de los Estados Unido, fue detenido en México.
Sobre Caro pesa una recompensa en Estados Unidos de 20 millones de dólares, la más alta cifra que la DEA está dispuesta a desembolsar por un blanco.
Caro Quintero no solo es un conocido narcotraficante, sino un enemigo jurado de Estados Unidos, a quien se le condenó por el asesinato de un agente de ese país en suelo mexicano, nos referimos a Enrique Kiki Camarena, en los albores del narco en México, en la Guadalajara de 1985.
Los acuerdos de la visita de AMLO a Washington fueron de cooperación en seguridad fronteriza e incluso de inversión en materia energética. No se habló por ejemplo de combate al narco.
Suele ser costumbre que durante visitas del más alto nivel, de ida y vuelta entre México y los Estados Unidos, los discursos y comunicados vengan acompañados de acciones. Muestras de cooperación en forma de hechos.
Ya sea que hubiese en Washington DC un intercambio de inteligencia al más alto nivel o bien la detención de Caro sea fruto de un buen operativo gestado en México, la captura de este narcotraficante y objetivo de la DEA podría servir para normalizar la relación entre ambos países, o cuando menos calmar las aguas.
Para cerrar, tomemos en cuenta que la captura, nos informan, es gracias a una orden de aprehensión con fines de extradición. So long, Caro Quintero.