El BoJ es reticente a alterar su política, alegando que la inflación actual es temporal y producto de la coyuntura geopolítica
Tokio.- El yen continúa devaluándose frente al dólar y llegó a rebasar hoy la barrera de las 137 unidades frente al billete verde, anotando un renovado mínimo en casi 24 años.
El dólar llegó a intercambiarse en 137,27 yenes durante el primer tramo de la negociación bursátil de este lunes en Tokio, un nivel no visto desde septiembre de 1998.
La Bolsa de Tokio abrió hoy con fuerza, con compras generalizadas tras una contundente victoria del Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Fumio Kishida en una elecciones parlamentarias parciales vistas como clave para la continuidad de sus políticas.
Kishida ha venido apoyando la política de ultraflexibilización monetaria del Banco de Japón (BoJ) y algunos inversores ven en la victoria en los comicios una señal de continuidad a este respecto.
El yen viene depreciándose en los últimos meses con el dólar, en menor medida con el euro, y con más fuerza conforme las políticas monetarias del banco central japonés se distancian de las de las principales entidades globales, como la Reserva Federal estadounidense (Fed) o el Banco Central Europeo (BCE).
Estas entidades crediticias han optado por endurecer sus medidas y subir tipos de interés para intentar frenar la creciente inflación, lo que ha devenido una tendencia de vender yen y comprar dólares o euros, de los que se espera que ofrezcan mayores rendimientos.
El BoJ es reticente a alterar su política, alegando que la inflación actual es temporal y producto de la coyuntura geopolítica, con el encarecimiento de la energía a raíz de la guerra ruso-ucraniana y los problemas de suministro de componentes como eje.
La debilidad del yen, si bien positiva para inflar las ventas en el exterior de las empresas japonesas, también tiene implicaciones negativas para la economía japonesa, pues encarece las importaciones en un país donde estas compras son claves, especialmente en el encarecido sector energético. EFE