La ONU pidió reformas radicales para acabar con la violencia y el racismo de los uniformados
Río de Janeiro.- La organización defensora de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) respaldó el llamado que este miércoles hizo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al Gobierno de Jair Bolsonaro para poner fin a la violencia policial en Brasil.
En un documento enviado al Gobierno brasileño, la ONU pidió reformas radicales para acabar con la violencia y el racismo de los uniformados en el gigante suramericano.
"El ciclo de la violencia policial está intrínsecamente ligado al del racismo. Hay un patrón evidente, en el que personas negras y periféricas son asesinadas en Brasil, precisamente por agentes del Estado que deberían estar garantizando la protección de todos", señaló Jurema Werneck, directora ejecutiva de AI en Brasil, citada en un comunicado.
Según el último informe divulgado por el Forum Brasileño de Seguridad Pública, entre 2013 y 2021 la violencia policial en Brasil ha dejado más de 43.000 víctimas.
Solo el año pasado segó la vida de 6.145 personas, en su mayoría jóvenes afrodescendientes que vivían en favelas.
En el documento, la ONU recordó que en repetidas oportunidades ha manifestado su preocupación por este tipo de hechos, pero dijo que los últimos informes conocidos "parecen mostrar que tales violaciones de los derechos humanos continúan impunemente".
El llamado del organismo responde a las denuncias por los hechos ocurridos, en mayo pasado, en una favela de Río de Janeiro, en el que 23 personas murieron a manos de los uniformados, durante un operativo de la Policía contra narcotraficantes.
En su momento, la Defensoría Pública de Río señaló que la "alta letalidad" de la operación policial permitía sospechar que había ocurrió "una matanza" y dijo que una eventual participación de las víctimas en crímenes "no autorizaba, por si solo, su homicidio por parte de agentes del Estado".
El episodio ocurrió un año después de que una acción policial en otra favela de la zona norte de Río dejara 28 víctimas, en la que fue considerada la operación más letal en la historia de esta ciudad. EFE