Análisis a Tiempo al estilo mercenario

El capricho del alcalde fronterense Roberto Piña Amaya está rebasando todos los límites y parece que no se detendrá sin importarle que sus acciones perjudiquen totalmente a los ciudadanos y todo porque querer meter a una persona de su confianza como gerente del SIMAS y que se vayan los consejeros.
Quizá tenga la razón que el agua es del pueblo y que nadie debe meter las manos al sistema como él mismo lo ha denunciado, pero hay instancias correspondientes para hacerlo y recursos legales como lo declaró su costosa asesora política Melba Farías con el tema de los seis consejeros estatales que ahora tiene el SIMAS, pero  un capricho no puede llevarte hasta estas instancias y mucho menos politizar un tema en el que a ojos vistos el alcalde se deja ver apoyando a los supuestos molestos ejidatarios.
Es obvio que un movimiento de esta naturaleza tiene un costo económico muy alto, hay que pagarle a cada uno de los que hacen el caldo gordo a la manifestación y a los que se quedan haciendo turnos completos, porque nadie por voluntad propia o amor al arte se queda a cubrir turnos en un plantón sin recibir nada a cambio, ahora lo toman así como una "chambita" extra,algo que me recuerda a las magdalenas o plañideras, sí, aquellas que hace decenas de años atrás se contrataban para llorar en los velorios y sepelios, lo mismo ahora en la actualidad con la gente que hace plantones, al "meritito" estilo del sindicalismo pero sin fondo de resistencia.
Pero donde si se pasaron las autoridades de frontera fue al actual verdaderamente como mercenarios. Y es que quizá es la parte donde el alcalde Piña ya comenzó a frustrarse al ver que no le resultó su manifestación como esperaba, que decidió ordenar a sus policías que detuvieran con toda autonomía y sin ningún fundamento a las unidades del Sistema Intermunicipal de Agua y Saneamiento.
Al menos 7 camionetas del SIMAS fueron abordados por los corruptos y abusivos policías fronterenses para decomisarlas bajo la tonta excusa de que no traían el cinturón de seguridad y de esta forma pedir apoyo de grúas para remorcarlas en el departamento de seguridad pública, pero lo más extraño de todo esto es que cada vez que un agente de tránsito o incluso un policía levanta una infracción por falta de cinturón, lo que indica el reglamento de tránsito es otorgarle una infracción quedándose en garantía con una placa de circulación del vehículo o la misma licencia de conducir del conductor, pero dejaron en claro la alevosía de intentar frenar cualquier tipo de trabajo por parte del SIMAS y por el capricho del alcalde fronterense ahora ni siquiera los trabajos de mantenimiento que realiza el personal sindicalizado de esta dependencia se podrán realizar al menos hasta que se lleve a cabo el desenlace de este asunto.
Lo que no saben los manifestantes que al menos la gente del SIMAS sí está actuando legalmente y al parecer actuará la fuerza pública para dejar libre la atención que requieren usuarios o ciudadanos.

CANCHA PAREJA
Si bien es cierto, Roberto Piña está pidiendo la destitución de Eduardo Campos en la función pública del SIMAS, y para eso buscó al apoyo de cuando mucho 50 personas que realizaron un plantón. Entonces esto me lleva a pensar que si 50 personas o más se plantan en la presidencia de Frontera pidiendo la destitución de Roberto Piña como alcalde, este al siguiente día ¿firma su renuncia?, "digo" porque así sería una cancha pareja no solo porque la gente dice y pide se van a hacer las cosas. De ser así cuantos funcionarios habrían quedado fuera.
Si Piña estuviera actuando con sensatez y bajo ordenamientos legales, Leonardo Rodríguez no se habría deslindado de esto.

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