Las cárceles hondureñas han sido escenario de múltiples riñas en los últimos años
Tegucigalpa.- La muerte violenta de al menos seis pandilleros este lunes en una cárcel de Honduras es un reflejo e la inseguridad en los centros penales del país, dijo la Comisionada Nacional de Derechos Humanos, Blanca Izaguirre.
Los seis pandilleros eran miembros de la Mara 18 (M-18), que estaban recluidos en uno de los cuatro módulos asignados a ese grupo en la denominada "cárcel de máxima seguridad" de Ilama, departamento de Santa Bárbara, en el occidente del país centroamericano.
“El Estado hondureño, por medio del Instituto Nacional Penitenciario, debe garantizar la seguridad apropiada en el interior de los centros penitenciarios para evitar riñas, lesiones y muertes de los privados de libertad”, subrayó Izaguirre.
Agregó que las autoridades hondureñas tienen "el deber de garantizar el derecho humano a la vida, salud, alimentación, agua potable, a una comunicación con sus familiares, a la integridad personal, psíquica y moral de las personas privadas de la libertad".
Según la escueta información, en el espacio donde quedaron tirados los reos, solo en calzoncillos, hay sangre, pero todavía no se sabe si murieron a causa de heridas con armas blancas o de otro tipo.
La Secretaría de Seguridad indicó en un comunicado que la Dirección Policial de Investigación (DPI) investigará las causas del crimen múltiple, del que las autoridades de la prisión se enteraron hacia las 07.30 hora local (13.30 GMT).
En la cárcel de Ilama permanecen detenidos 1.588 reos, de los cuales 569 son miembros de la pandilla M-18, según el subinspector de la prisión, Marlon Enrique Lagos.
En el módulo en el que murieron los pandilleros permanecían 90, según la escueta información oficial preliminar.
Las cárceles hondureñas han sido escenario de múltiples riñas en los últimos años como la de hoy, o la que en enero de este año dejó cuatro presos fallecidos en un penal del departamento caribeño de Atlántida.
La mayor tragedia es la registrada el 14 de febrero de 2012 en la Granja Penal de Comayagua, unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, donde un incendio originado por causas accidentales causó la muerte de 360 reos y una mujer que visitaba a su marido preso.
El sistema penitenciario de Honduras está compuesto por más de 20 cárceles, y en la mayoría impera el hacinamiento y la sobrepoblación, según organismos de derechos humanos. EFE