Sentada en una silla, rodeada de personas que le sujetan cabeza, brazos y pies, varios padres, crucifijos y objetos religiosos por doquier, una escena surreal.
El exorcismo de Gina, nombre que se dio a conocer de la joven e 16 años para mantener su anonimato, fue televisado hace más de 30 años y llego a pico de 26 millones de televidentes.
Aconteció en El Vaticano, transmitido por el programa 20/20 de la cadena ABC de Estados Unidos, realizando el exorcismo a la joven colombiana.
Gina desafiantemente cambiaba de su tono de voz, pareciendo totalmente otra persona, intentando agredir al padre que estaba pregonando oraciones a Dios para que la mujer quedara libre de los espíritus que le atormentaban.
Tras una ardua jornada con forcejeos, gritos, palabras de “demonios”, el exorcismo fue completado, pidiendo el padre que Gina bese el crucifijo, para corroborar que está libre de cualquier ente.
Gracias a lo que decía Gina, se informó de al menos dos demonios que poseían su cuerpo:
Minga: el demonio que Gina había identificado como una mujer de baja estatura, hablaba como una niña pequeña
Zien: el demonio que era de la selva africana, repetía “Santali bukatalafayat”,
Gina al final parecía una persona totalmente diferente, sus allegados y gente cercana aseguraban que se notaba en su cara que era otra mujer diferente.