Aunque apenas el pasado 1 de julio, durante la inauguración de la nueva refinería Olmeca en Dos Bocas, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró a su estilo el cuarto aniversario de su triunfo electoral, la carrera para quienes buscan sucederlo ya empezó hace tiempo, con nombres muy bien definidos y otros que pretenden sonar más.
Algunas de las llamadas corcholatas son el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Pero, también hay otros que buscan apuntarse en la lista, como el senador Ricardo Monreal, quien ha expresado su disgusto por no figurar tanto en las pasarelas de Morena, como la realizada hace semanas en el Estado de México.
Y es que los aspirantes a reemplazar al presidente no dejan de lucirse en prácticamente cada evento que el actual Ejecutivo federal tiene, como lo fue precisamente la inauguración de la refinería, pero, también por aparte en actos morenistas como el que se vivió días atrás en Coahuila.
En esta entidad nuestra, en el municipio de Francisco I. Madero, se llevó a cabo lo que Morena defiende como “asamblea informativa”, ahora sí con Monreal Ávila, pero sin Ebrard Casaubón, que se recuperaba del COVID-19.
Desde este estado coahuilense, el segundo que visitaron los morenistas con un gobierno del PRI, los aspirantes a la Presidencia aseguraron que para ganar las elecciones locales de 2023, y la federal en 2024, se requiere unidad.
Sin embargo, se evidenció la poca coincidencia que tienen entre ellos, pues al tiempo que Ricardo Monreal pidió mantener la cohesión, también clamó por que “ésta no sea ficticia" y solicitó "abandonar la intolerancia, la exclusión, el dogmatismo, el sectarismo, la simulación y la hipocresía", llamando al partido a "no ser rehén de un pequeño grupo".
En lo que pareció más una respuesta a Monreal Ávila que un posicionamiento personal o de partido, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sentenció que "no es momento de debates políticos", sino de unidad. Advirtiendo también que no se trata de un asunto de "sumisión o de rebeldía", sino de entender la Cuarta Transformación.
A su vez, Claudia Sheinbaum se unió al llamado de que para ganar las elecciones de 2023 y 2024 "se requiere de la unidad de todos y todas dentro de Morena", la cual, mencionó, "se logra siguiendo los ideales de la Cuarta Transformación" y “con base en la lealtad”.
El dirigente nacional morenista, Mario Delgado, defendió que la encuesta siga siendo el método para definir a quien encarará a la oposición en los próximos comicios y les advirtió a las corcholatas “que caminen sin brincos cuando el piso esté parejo, que sepan que es el proyecto y no la persona”.
Este llamado a la unidad, sin embargo, junto con los dichos del presidente López Obrador para que se pongan a trabajar todos los que quieren figurar, parece que no ha sido del todo obedecido por los posibles presidenciables, pues tan solo en Dos Bocas, parecía que competían más por llamar la atención y alentar el calor político que lo que hicieron por respaldar el informe de celebración de AMLO.
Por supuesto, aun entre correligionarios políticos, las diferencias son normales e incluso es bueno que existan, pero para un partido que presume la transformación como bandera, puede no ser el mejor acierto lanzar un puntero generando escisión; sobre todo cuando la oposición tiene en la mira a las corcholatas y ya está moviendo sus propias fichas. ¿O usted qué opina?