El público, los alumnos, los jueces, los maestros y hasta la producción rindieron un minuto de aplausos al presentador
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante su trayectoria como conductor, Fernando del Solar logró ser parte de un sinnúmero de programas, sin embargo, el proyecto que más llegó a significar en la vida del argentino fue "La Academia". Para del Solar era todo un sueño estar al frente de esta emisión, sueño que se volvió realidad en 2012, durante la décima generación. Pese a sus condiciones de salud, Fernando lo entregó todo, es por ello que tras su lamentable muerte, el proyecto de TV Azteca le rindió un merecido homenaje.
"Este concierto se lo dedicamos a un gran ser humano, es muy importante para la familia de 'La Academia', mi queridísimo Fernando del Solar. Fer gracias por tener la mejor actitud, gracias por tu compañerismo y por todo lo que nos diste", expresó Yahir en el concierto de este sábado. Posteriormente se proyectó un video en el que se hizo un recuento de su trayectoria y los momentos más difíciles de su vida, pues justo el día que fue nombrado como el conductor de "La Academia" también fue diagnosticado con cáncer linfático, enfermedad contra la que luchó durante años.
En su debut en el reality, del Solar se mostró sonriente, con el rostro rasurado y sobretodo con mucho ánimo de empezar esa nueva etapa de su vida. "A mí me costó 10 años estar aquí, yo te veía a ti en 'La Academia' (a Ingrid Coronado), veía a todos los talentos que había; yo dije, algún día quiero estar aquí y hoy gracias a Dios, gracias a ustedes en casa, gracias a los ejecutivos este es un sueño hecho realidad", confesó en ese entonces.
Asimismo, se transmitió una entrevista que se le hizo al también exconductor de "Venga la alegría", confesó que este trabajo se convirtió en un salvavidas. "Me aferré a 'La Academia' con uñas y dientes, porque para mí fue una manera de escaparme de estar encerrado de mi casa y hacer 'La Academia' me obligaba a levantarme de mi cama, a rasurarme, a verme bien, a tener algo en qué pensar; en vez de torturarme durante todo el día dentro de las cuatro paredes de mi casa".
El público, los alumnos, los jueces, los maestros y hasta la producción rindieron un minuto de aplausos al presentador y lo despidieron con las palabras que se convirtieron en un lema de vida: ¡Arriba los corazones!