El delantero brasileño se ha convertido en la superestrella que nadie parece querer.
Debería haber una larga fila de clubes haciendo cola para fichar a Neymar de Paris Saint-Germain este verano, pero a pesar de ser uno de los futbolistas más reconocidos del mundo -y con un increíble historial goleador que justifica dicho reconocimiento- el delantero brasileño se ha convertido en la superestrella que nadie parece querer.
Las realidades financieras y los cambios en las filosofías de fútbol han conspirado para que el fichaje del jugador de 30 años tenga poco o ningún sentido para todos los clubes que podrían permitírselo.